Nuevos combates entre Tailandia y Camboya dejan diez muertos
Nuevos enfrentamientos fronterizos entre Camboya y Tailandia se cobraron la vida de tres soldados tailandeses y siete civiles camboyanos, informaron fuentes de ambos países.
Los dos vecinos del sudeste asiático se acusan mutuamente de haber desencadenado la reanudación de los combates el domingo por la noche, menos de dos meses después de un acuerdo de alto el fuego firmado junto con el presidente estadounidense Donald Trump.
El ejército tailandés atacó el martes la provincia fronteriza de Banteay Meanchey, «resultando en la muerte de dos civiles que viajaban por la Carretera Nacional 56 debido a los bombardeos», indicó el Ministerio de Defensa camboyano en Facebook.
La portavoz ministerial Maly Socheata dijo posteriormente a periodistas que hasta la mañana del martes habían muerto siete civiles camboyanos y 20 resultaron heridos en los ataques tailandeses.
Horas más tarde, el ejército tailandés anunció en un comunicado la muerte de dos de sus soldados, que se suman a otro fallecido la víspera.
Hasta ahora, Camboya afirmaba no haber respondido a los ataques de Tailandia, pero el influyente ex primer ministro de Camboya Hun Sen anunció el martes que su país tomó represalias contra Tailandia.
«Después de haber sido pacientes por más de 24 horas (…) ayer por la noche tomamos represalias», escribió el martes en Facebook Hun Sen, quien actualmente es el presidente del Senado.
Las nuevas hostilidades provocaron la huida de miles de civiles en ambos lados de la frontera.
«Nos pidieron evacuar y, dado lo que ocurrió en julio, acaté inmediatamente», declaró la tailandesa Tannarat Woratham, de 59 años, que abandonó el domingo su casa a pocos kilómetros de la frontera con Camboya.
La disputa entre ambos vecinos se centra en un desacuerdo centenario sobre las fronteras trazadas durante el dominio colonial francés en la región. Tanto Tailandia como Camboya reclaman la soberanía sobre varios templos antiguos en la zona limítrofe.
Los dos países mantuvieron cinco días de combates en julio que dejaron 43 muertos y unos 300.000 desplazados antes de la entrada en vigor de una tregua.
Este alto al fuego se ratificó en un acuerdo a finales de octubre impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump, pero fue suspendido por Tailandia semanas después por el estallido de una mina que hirió a varios soldados.
– Acuerdo en entredicho –
La Unión Europea pidió el lunes a los dos países «ejercer la máxima moderación», mientras que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a ambas partes a «renovar su compromiso con el alto el fuego» negociado a principios de este año, informó su portavoz.
Washington instó a los estadounidenses a evitar cualquier viaje en un radio de 50 kilómetros de la frontera entre Tailandia y Camboya.
El portavoz del ejército tailandés anunció el lunes el lanzamiento de ataques aéreos contra objetivos militares del país vecino.
«Los ataques son de gran precisión y apuntan únicamente a objetivos militares a lo largo de la línea fronteriza, sin impactar a civiles», aseguró en un comunicado Winthai Suvaree.
Según él, este despliegue respondió a ataques con armas de fuego de las fuerzas camboyanas que dejaron «un soldado muerto y cuatro heridos».
Por su parte, la portavoz Socheata denunció ataques de Bangkok el lunes por la mañana en Preah Vihear y Oddar Meanche, y que un avión de combate F-16 del ejército tailandés atacó a las fuerzas camboyanas.
De su lado, el ejército tailandés acusó a las tropas vecinas de disparar cohetes BM-21 contra áreas civiles en la provincia de Buri Ram, aunque no se reportaron víctimas.
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