Oposición critica que Gobierno impidiera a cardenal venezolano ir al pueblo natal de santo
Caracas, 26 oct (EFE).- Varios opositores de Venezuela criticaron que las autoridades impidieran al cardenal Baltazar Porras llegar a Isnotú (estado Trujillo, oeste), pueblo natal de José Gregorio Hernández -el primer santo del país-, como denunció el prelado, quien tenía previsto celebrar este domingo una misa por el natalicio del conocido como ‘médico de los pobres’.
La líder opositora María Corina Machado alertó, en la red social X, de que «la represión del régimen de (Nicolás) Maduro ha escalado, agrediendo directamente» al cardenal.
«Lejos de intimidar con esta violencia desesperada contra la Iglesia, estas acciones solo logran una mayor unión y determinación del pueblo venezolano. La histórica celebración por la canonización de nuestros primeros santos, san José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles, no será detenida por violencia ni manipulaciones», expresó.
Por su parte, el exgobernador Manuel Rosales rechazó las «injusticias cometidas» contra el cardenal Porras, las cuales, dijo, «atentan contra su derecho fundamental de ejercer libremente su labor de servicio pastoral, social y religioso».
El diputado electo Henrique Capriles condenó también «las arbitrariedades cometidas» contra el cardenal, «no solo como ciudadano sino también en su ejercicio pastoral y social».
Estas actuaciones, prosiguió en X, vulneran «la dignidad personal del cardenal» y «representan una afrenta al derecho de la Iglesia y de los fieles a desempeñar su misión de servicio, acompañamiento, defensa de los más vulnerables» y, en el caso de este fin de semana, la «celebración de los dos primeros santos venezolanos».
«Exigimos respeto de los principios de justicia, a los derechos humanos, a la integridad del cardenal Porras, a la libertad religiosa y a la Constitución», agregó.
El sábado, Porras aseguró que a él y a las otras personas con las que se encontraba se les impidió dirigirse a Isnotú, por tierra, desde un aeropuerto en el estado Lara (oeste, cercano a Trujillo), en el que, dijo, estuvieron «rodeados de una cantidad de militares armados hasta los dientes».
Porras, quien iba en un vuelo privado, explicó en un vídeo que aterrizaron en Lara luego de que los pilotos recibieran la instrucción de «hacer escala» en esa región porque, supuestamente, estaba cerrado el aeropuerto en Trujillo.
Sin embargo, prosiguió, luego recibieron una «información directa de que el aeropuerto» en Trujillo «no estaba cerrado y que seguían llegando diferentes vuelos».
Este hecho se sumó a un aviso que dijo haber recibido previamente sobre la presunta suspensión del vuelo en el que tenía previsto viajar a Trujillo con la aerolínea estatal Conviasa, pero el mensaje, aseguró, «solo fue enviado» a su correo porque, al final, el vuelo sí «salió y llegó de forma correcta a Valera».
El cardenal advirtió que «no hay una libertad» de que el «ciudadano pueda moverse de un sitio para otro», a la vez que expresó que esa «no es la forma de celebrar el ejemplo que deja José Gregorio» y que esto «significa sencillamente un atropello». EFE
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