Pakistán da poderes especiales a jefe del Ejército y le garantiza la inmunidad de por vida
Islamabad, 5 dic (EFE).- El presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, oficializó una reforma histórica que otorga poderes supremos al jefe del Ejército, el general Asim Munir, y lo blinda con inmunidad vitalicia frente a la justicia, una medida que consolida el dominio militar sobre esta potencia nuclear.
La medida, que se produjo después de recibir ayer el visto bueno del primer ministro, Shehbaz Sharif, asciende a Munir al rango de general de cinco estrellas y le concede el mando supremo sobre el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.
Además, el decreto confirma su continuidad como jefe del Ejército por un lustro más, lo que extenderá su mandato hasta noviembre de 2030.
Esta concentración de autoridad institucionaliza el papel de las fuerzas armadas en un país que ya ha vivido bajo dictaduras militares durante casi la mitad de sus 77 años de historia. Munir controlará ahora sin contrapesos civiles un aparato de defensa que custodia un arsenal estimado de 170 cabezas nucleares.
El nuevo puesto nace una enmienda constitucional, aprobada el mes pasado por el Parlamento paquistaní, que abolió la antigua presidencia del Comité de Jefes de Estado Mayor Conjunto y reestructuró la jerarquía militar para concentrar el poder en una sola figura.
Según la nueva legislación, tanto el mariscal de campo como el presidente de Pakistán gozarán de inmunidad vitalicia frente a procedimientos penales.
Asimismo, el cargo permite a Munir mantener el uniforme militar y sus privilegios de por vida.
El anuncio pone fin a días de especulaciones sobre supuestas tensiones entre el gobierno civil y la cúpula militar debido al retraso en la notificación oficial. La presidencia confirmó también una extensión de dos años para el jefe del Aire, Zaheer Ahmad Babar Sidhu, a partir de marzo de 2026.
La reforma ha sido rechazada por el Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), el partido del encarcelado ex primer ministro Imran Khan, que sostiene que la concentración de poderes y la inmunidad vitalicia debilitan los pilares democráticos y socavan la independencia del poder judicial en un país con un largo historial de intervenciones militares en la política. EFE
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