París negocia con Malabo la restitución de 6,1 millones de euros confiscados a Teodorín

París, 13 nov (EFE).- Las autoridades francesas están negociando con Guinea Ecuatorial la restitución de 6,1 millones de euros del dinero obtenido por la confiscación de bienes del vicepresidente e hijo del jefe del Estado, Teodoro Nguema Obiang, Teodorín, en Francia, donde fue condenado por blanqueo.

Sara Brimbeuf, especialista en la ONG Transparencia Internacional sobre la cuestión de la restitución, manifestó a EFE su convicción de que «las autoridades francesas van a estar muy vigilantes» sobre el destino final que Guinea Ecuatorial podría dar a esos fondos.

El motivo de esa vigilancia es que en Guinea Ecuatorial «hay una corrupción sistemática» que les lleva a desconfiar, señaló Brimbeuf, quien recordó que, de acuerdo con la legislación francesa, París tiene dos años para acordar con el país de origen de los bienes su restitución.

En caso de no llegar a un acuerdo podría buscar otro mecanismo para que ese dinero se invierta en beneficio de la población ecuatoguineana, como por ejemplo becas para estudiantes ecuatoguineanos en Francia, sugirió la especialista.

El Gobierno francés ha creado por primera vez en su presupuesto de 2024 una partida para restituir 6,1 millones de euros a Guinea Ecuatorial con los fondos obtenidos por la venta los vehículos de lujo y el mobiliario que incautó a Teodorín.

El «número dos» del régimen fue condenado por blanquear dinero en Francia procedente de malversaciones, que la Justicia francesa considera probado que se produjeron en Guinea Ecuatorial, abusando de su posición.

La condena que se le impuso, confirmada por el Tribunal Supremo de Francia en 2021, fue de tres años de cárcel exentos de cumplimiento, 30 millones de euros de multa y, sobre todo, la confiscación de esos bienes amasados en Francia por el hijo de Teodoro Obiang entre 1997 y 2011, valorados inicialmente en unos 150 millones de euros.

Una ley francesa de 2021, por la que trabajó Transparencia Internacional, estipula que ese tipos de bienes deben ser restituidos a la población civil de los países en los que se produjo el delito de origen, en este caso la malversación.

Francia requisó rápidamente los coches de lujo que Teodorín había acumulado en París y los vendió en 2013. También subastó en enero de este año mobiliario que se encontraba en el edificio que sirve ahora de embajada de Guinea Ecuatorial en Francia.

Ese edificio, con un valor que probablemente superaría los 100 millones de euros, precisamente, sigue siendo objeto de un contencioso entre los dos países ante el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, que debería emitir un dictamen el año próximo.

La Justicia francesa había dado su visto bueno también para la confiscación del inmueble, ya que había sido propiedad del vicepresidente ecuatoguineano, quien para impedir la aprehensión la transfirió al Estado ecuatoguineano, que además la convirtió en su legación diplomática.

Transparencia Internacional busca que los países que ya han requisado bienes a Teodorín actúen juntos para restituir el dinero obtenido en beneficio de la población de esa antigua colonia española en aras de una mayor eficacia. EFE

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