
Corte Suprema de Perú deja al voto su fallo sobre la eutanasia de Ana Estrada
Lima, 31 ene (EFE).- La Corte Suprema de Justicia de Perú dejó este lunes pendiente del voto de sus magistrados si ratifica o no la histórica sentencia que despenaliza la eutanasia para Ana Estrada, la primera persona en el país en solicitar su derecho a decidir el momento en el que tener una muerte digna.
La Sala de Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema culminó la audiencia iniciada hace dos semanas tras requerir opiniones médicas, tanto del médico que trata a Estrada como de la Sociedad Peruana de Cuidados Paliativos que se opone a la eutanasia.
La sesión comenzó con una reprimenda del presidente de la sala, David Quispe, al defensor del pueblo, Walter Gutiérrez, por cuestionar que el tribunal abra de nuevo el debate sobre la eutanasia cuando solo deberían pronunciarse sobre la sentencia de primera instancia.
En principio, los magistrados debían centrarse en considerar únicamente las consecuencias legales del fallo del juez José Luis Ramírez, titular del undécimo Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima, que ordenó que no se aplique para el caso de Ana Estrada el artículo 112 del Código Penal peruano.
Este artículo, correspondiente al homicidio piadoso, castiga con hasta tres años de cárcel para quien, «por piedad, mata a un enfermo incurable que le solicita de manera expresa y consciente para poner fin a sus intolerables dolores».
CUIDADOS PALIATIVOS ENTRAN A DEBATE
El hecho de que ni el Gobierno ni el Seguro Social de Salud (EsSalud) apelasen la sentencia hacía prever que la Corte Suprema valoraría que había acuerdo entre las partes, pero la irrupción en el proceso de la Sociedad Peruana de Cuidados Paliativos cambió el tenor de la audiencia.
El debate gravitó entonces sobre la capacidad y efectividad de los cuidados paliativos para evitar el sufrimiento del paciente hasta el momento de una muerte natural, sin necesidad de intervenir en el curso de la vida del paciente.
«Nos parece irregular y nos preocupa mucho que participe una asociación privada que no conoce el caso de Ana Estrada», protestó Gutiérrez.
Para contrarrestar los argumentos de la Sociedad Peruana de Cuidados Paliativos, intervino el médico personal de Estrada, Gonzalo Gianella, quien suscribió el informe médico que obra en poder de los jueces.
Gianella descartó por completo que los cuidados paliativos puedan garantizar que la paciente no sufra en momentos donde la condición de su enfermedad se vuelva insostenible.
SUFRIMIENTO SUBJETIVO E INEVITABLE
El neumólogo explicó que Estrada ya recibe una serie de cuidados paliativos que suponen un caso extraordinario y ejemplar en comparación con otros pacientes del país, y que estos no evitarán el sufrimiento de la paciente una vez que su condición sea aún más severa.
«Quienes nos dedicamos a la práctica clínica, sabemos bien que tenemos límites. Nuestras acciones destinadas a aliviar el dolor y el sufrimiento pueden ser insuficientes», advirtió.
«Si algo está alejado de una práctica médica razonable es tratar de adjudicarnos la capacidad de aliviar cualquier dolor o de determinar qué tipo de sufrimiento es más intenso», añadió.
Por eso, Gianella recordó que «Ana pide tener acceso a controlar el proceso de su muerte, no como una alternativa al tratamiento paliativo que está recibiendo, sino a pesar de este pues, como muchas otras personas en condiciones similares, quiere detener el sufrimiento cuando ella determine que es suficiente».
«Cuando esto suceda, Ana quiere tener acceso a una muerte asistida, en este caso la eutanasia, y la única forma de hacerlo es que, quienes la ayuden, no sean objeto de sanción penal», continuó.
UNA ENFERMEDAD RARA E INCURABLE
El médico recordó con detalle que Ana Estrada, de 45 años, desde los 12 sufre polimiositis, una enfermedad degenerativa e incurable que debilita sus músculos y la mantiene conectada a un respirador artificial durante casi todo el día.
«Pese a la buena voluntad de quienes la han asistido y administrado los cuidados paliativos, es una enfermedad que va a llegar a producirle un sufrimiento inaceptable para ella», advirtió Gianella.
Ana Estrada inició su propósito de convertirse en la primera persona en acceder a la eutanasia en 2015, cuando pasó seis meses en una unidad cuidados intensivos (UCI) y le fue practicada una traqueostomía permanente. EFE
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