Pinta Miami pone el foco en el arte latinoamericano sostenible durante la Semana del Arte
Hugo Barcia
Miami (EE.UU.), 4 dic (EFE).- La feria de arte Pinta Miami pone desde jueves en valor el arte latinoamericano en su habitual sede de Coconut Grove, en Miami, donde este año destaca una selección de obras respetuosas con el medioambiente, así como creaciones realizadas por artistas de Centroamérica.
La feria, que tiene lugar en el marco de la Semana del Arte de Miami, está especializada en creaciones de Latinoamérica y expondrá las obras de más de un centenar de artistas, de la mano de casi cuarenta galerías procedentes de 14 países.
Entre las obras más destacables se pueden encontrar una escultura del colombiano Ricardo Cárdenas en honor a los manglares -una barrera natural contra inundaciones y la erosión-, una colección de fotografías sobre poesía de la galería salvadoreña Matía Borgonovo, o una propuesta visual de luces del argentino Paul Sende.
Otras incluyen relatos cortos positivos de la galería de Argentina AMIA y un desafío a la tripofobia (miedo a mirar figuras geométricas muy cercanas) en forma de escultura antropomorfa compuesta por cientos de círculos de pequeño tamaño y multicolores, creada por la puertorriqueña Naimar Ramírez.
«Este año tenemos una fuerte presencia de galerías de Centroamérica y artistas que trabajan el textil, y todo lo que tiene que ver con la tierra y las culturas autóctonas», dijo a EFE Irene Gelfman, directora artística de Pinta Miami.
por esoUna de las principales novedades de la 19ª edición de esta feria es que incluye varias obras más respetuosas con la naturaleza, según Gelfman.
«Hay muchísimo textil, bastante cerámica y pintura», describió Gelfman, asegurando que la escena artística está viviendo «una llamada de atención» por su relación con el medioambiente, dado que algunas técnicas ampliamente extendidas, como el acrílico, son tóxicos.
Es el caso de las artista española Paloma de la Cruz, que presenta cuatro obras de cerámica y textiles relacionadas con Quetzalcóatl y otras representaciones ancestrales, o de la guatemalteca Sandra Monterroso, quien trabaja con pigmentos naturales para reducir este tipo de contaminación.
Pinta Miami es una de las tres paradas anuales de esta feria, que también se celebra cada año en Lima y Buenos Aires y sirve como termómetro para descubrir el estado del arte latinoamericano en el mundo.
Una posición que, según la curadora general de la feria, es cada vez «más relevante».
Además de la sección principal, Pinta Miami cuenta con otras selecciones como Radar, que reúne a artistas que presentan propuestas menos contaminantes y desarrolladas con materiales orgánicos.
Entre estas obras destacan desde las creaciones de De la Cruz hasta impresiones de elementos naturales relacionados con la cultura indígena brasileña.
Otro apartado paralelo es Next, dedicado a propuestas experimentales y conformado por cuatro dúos de artistas y galerías procedentes de distintos países y generaciones.
Una de las artistas es la panameña Gabriela Esplá, quien cuestiona el cuidado de la naturaleza con sus escenas de selvas densas y emotivas, en las que denuncia su abandono.
La feria también cuenta con un espacio de reflexión en la forma del FORO Pinta Miami 2025, donde expertos y líderes de la industria debatirán el estado actual del mercado del arte latinoamericano.
Asimismo, incluirá un ciclo de actuaciones en el que los artistas, mediante el movimiento, invita al público a reflexionar sobre el papel del cuerpo para comprender el mundo exterior.
Gelfman indicó que todo esto constituye «una feria boutique con una dimensión y un estándar muy amigable» que la diferencia del resto de ferias que coinciden en el tiempo durante la Semana del Arte de Miami.
El objetivo de aquí a cinco años, continuó, es que Pinta Miami «esté en la agenda indiscutible de cada persona que busque saber qué esta sucediendo con todo lo que es Latinoamérica y los artistas latinoamericanos». EFE
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