Polémica por caso de tres soldados polacos que dispararon al aire en frontera bielorrusa
(actualiza con fallecimiento de un soldado en el octavo párrafo)
Cracovia (Polonia), 6 jun (EFE).- El caso de tres soldados polacos que fueron procesados por la fiscalía tras una intervención en la frontera con Bielorrusia en la que abrieron fuego ha enfrentado a todo el espectro político del país con el ministro de Justicia, Adam Bodnar, por permitir su imputación.
Según informó este jueves la prensa polaca, «entre marzo y abril» tuvo lugar un incidente en la frontera polaco-bielorrusa en el que se vio envuelta una patrulla militar polaca que, según su propia versión, se enfrentó a un grupo de «unos 50 inmigrantes agresivos y entrenados para luchar».
Durante el enfrentamiento tres soldados dispararon 47 balas.
Una investigación de la fiscalía polaca determinó que los militares se habían «extralimitado en sus funciones al abrir fuego cuando no se encontraban en una situación que amenazase sus vidas».
Según el testimonio de un militar perteneciente a la misma unidad que los procesados, dos de los tres soldados implicados en el incidente fueron suspendidos de servicio y debieron recurrir a una colecta de sus compañeros para afrontar los costes del juicio.
Los hechos fueron confirmados este jueves por el ministro de Defensa polaco, Władysław Kosiniak-Kamysz, quien afirmó haber tenido conocimiento de esos detalles por la prensa, y calificó de «inaceptable» la intervención de la fiscalía, a la que reclamó «una explicación completa» de todos los extremos de la investigación.
Representantes de todas las fuerzas políticas del país, tanto de la coalición gobernante como de la oposición, han criticado duramente el procesamiento de los soldados, y el jefe de la Oficina de la Seguridad Nacional del presidente, Jacek Siewiera, ha tildado de «escandaloso» que se «castigue» a los militares por «defenderse».
Se da la circunstancia de que recientemente dos soldados polacos fueron heridos al ser apuñalados. Uno de ellos falleció este jueves debido a la gravedad de las lesiones sufridas.
Varsovia ha denunciado reiteradamente la «guerra híbrida» que supuestamente encuentra apoyo en el régimen del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, a quien acusan de provocar una crisis migratoria contra Polonia, con el establecimiento de rutas y campamentos para inmigrantes asiáticos y africanos a los que se equipa y entrena para tratar de entrar ilegalmente en territorio polaco.
Según la Guardia Fronteriza polaca, el número de intentos de entradas ilegales en el país es actualmente el más alto desde que comenzó la crisis migratoria en 2021 y cifran en «varios cientos» los casos diarios, que en ocasiones vienen acompañados de agresiones contra las patrullas polacas. EFE
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