La ecología tendrá rol importante en las elecciones
Al considerar que el Parlamento se mostró decepcionante en el rubro, cinco organizaciones ecologistas publican una 'eco-clasificación' de los representantes salientes y los candidatos.
Los resultados no sorprenden. Lo innnegable es que el medio ambiente tendrá un mayor peso en las elecciones de octubre, porque ya nadie ignora su importancia para el futuro del país.
Cuanto más se acercan las elecciones federales de octubre, más rivalizan los partidos sobre los temas ecológicos. La derecha intenta conquistar un terreno ocupado hasta ahora por la izquierda.
En esa perspectiva, la Asociación de Transportes y Medio Ambiente (ATE), Greenpeace, Pro Natura, el WWF y la Fundación Suiza de la Energía analizaron 22 votos significativos del Consejo Nacional (Cámara del Pueblo) durante estos cuatro años de legislatura.
Publicada el martes, esta eco-clasificación censa a diputados concernidos por el medio ambiente casi en cada grupo parlamentario. Pero muestra sobre todo la polarización creciente del mundo político.
Por un lado, están los Verdes y la casi totalidad de los socialistas. Fiel a sí mismo, el Partido Demócrata Cristiano (PDC) ocupa el centro, con la mitad de los diputados preocupados por el medio ambiente. A la derecha, ese tema preocupa apenas a uno de cada cuatro diputados radicales (PRD), y solamente al 5% de los representantes de la Unión Democrática del Centro (UDC, derecha nacionalista).
Inversión de la tendencia
“Comenzamos a preocuparnos por el medio ambiente en los años 30-40”, señala Peter Knoepfel, profesor de Políticas Públicas y Durabilidad en el IDHEAP (Instituto de Estudios Superiores en Administración Pública). “Era privativo de la derecha, atada a los valores patrióticos que la izquierda consideró como reaccionarios hasta los años 60”.
Con el desarrollo del movimiento antinuclear, la tendencia se invirtió y, en los años 70, la ley dio voz a los ciudadanos. Este logro fue reforzado en 1983 “por una de las leyes ecologistas más progresistas de Europa”, según Peter Knoepfel. Pero, desde los años 90, incomoda cada vez más.
El derecho de recurso en tela de juicio
El derecho de recurso de las organizaciones ecologistas está en la línea de mira. “Son las únicas que velan por que las grandes construcciones no amenacen el medio ambiente”, indica Peter Knoepfel.
“Al frente está la postura de centro-derecha que pretende acelerar la realización de proyectos, sobre todo desde la crisis económica de los años 90, y esa división se refuerza”, prosigue el profesor.
Los grandes promotores tienen motivo para ponerse nerviosos ya que por lo menos el 60% de los recursos ecológicos tuvieron éxito ante el Tribunal Federal.
Finalmente, después de arduos debates, el Parlamento adoptó en diciembre la revisión de la ley sobre la defensa del medio ambiente. Con restricciones al derecho de recurso: aligeramiento de los estudios de impacto, aceleración de los procedimientos y pago de los gastos de justicia por la parte perdedora.
Ofensiva de la derecha radical
Para los radicales, eso no era suficiente. En una iniciativa popular propusieron, el mes pasado, sustraer del derecho de recurso los proyectos avalados por una votación popular o una legislación.
En un cambio de postura diversamente apreciado, particularmente por el ministro (socialista) del Medio Ambiente, Moritz Leuenberger, el gobierno decidió sostener esa iniciativa.
Pero Peter Knoepfel no le da oportunidad alguna: “En votaciones precedentes, el pueblo rechazó siempre los proyectos del Parlamento y del Gobierno que podrían perjudicar al medio ambiente”.
Mientras tanto, ya nadie puede ignorar el tema: la penuria energética y la dependencia en aprovisionamiento amenazan. El desafío es tal, que no basta con responder con nuevas centrales nucleares. “Algunos partidos están ausentes y sólo intervienen con vistas a las elecciones”, lamenta Peter Knoepfel. “Pero deberán atender ese problema.
Las elecciones, justamente, se acercan. En complemento de su eco-clasificación, las organizaciones ecologistas plantearon diez preguntas a los candidatos, con el fin de diseñar su ‘perfil ecológico’ y de ayudar así a los electores a HACER SU SELECCIÓN. Veredicto, el 21 de octubre.
swissinfo, Isabelle Eichenberger
(Traducción, Marcela Águila Rubín)
Según la eco-clasificación de los ecologistas, los diputados Verdes (94%) y los socialistas (92%) votan casi siempre en favor del medio ambiente.
A la derecha, la fibra ecologista es débil entre los radicales (22%) y sobre todo en el seno de la derecha dura de la UDC (5%). El PDC está en el centro (51%).
Casi en cada grupo parlamentario hay voces en pro del medio ambiente.
Pero estas cuestiones polarizan cada vez más a la Cámara del pueblo: el número de diputados candidatos en las elecciones de octubre que ha negado todas las propuestas ecologistas aumentó de 16 a 28 con relación a la legislatura precedente; el de los diputados que aceptó todas aumentó de 11 a 24.
Clima: disminución de las emisiones de CO2 en 30 % por lo menos de aquí al 2020 con relación a 1990.
Espacios naturales: una política sustentable de ordenamiento del territorio para proteger los espacios naturales y la diversidad de las especies; conservación del derecho de recurso de las organizaciones.
Tecnologías a riesgos: cierre de las centrales nucleares.
Transportes: desarrollo de una red eficaz de transportes públicos para resolver los problemas de tráfico de las carreteras.
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