Primeros piquetes en Portugal por la huelga general convocada para este jueves
Lisboa, 10 dic (EFE).- Varias decenas de personas participaron este miércoles en los primeros piquetes en Portugal de cara a la huelga general convocada para este jueves, contra la reforma laboral propuesta por el Gobierno de centroderecha.
Las primeras concentraciones tuvieron lugar en el entro Operacional de Remoção en Olivais, administrado por el Ayuntamiento de Lisboa y que se encarga de la gestión de los residuos urbanos, punto en el que los sindicatos prevén una adhesión de hasta el 85 %.
Los piquetes se alargarán durante la noche y a lo largo del día de mañana a lo largo y ancho del país.
El secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Mário Mourão, aseguró a EFE que la convocatoria de huelga general, la primera de este calibre en doce años, llega después de haber llegado a un punto muerto en las negociaciones con el Gobierno.
Mourão defendió que la propuesta del Gobierno no se entiende «en un momento en el que la economía está creciendo, en el que el desempleo es bajo».
«A pesar de lo que dice el Gobierno, estas medidas y estos cambios no van a resolver el problema de las empresas, van a crear inestabilidad social en las empresas, perturbación social, y lo que el país necesita es paz social para continuar esta trayectoria de crecimiento», continuó el líder sindical.
Los representantes sindicales anticipan una gran adhesión tras la confirmación de sindicatos como el de trabajadores públicos o varios del sector de la aviación civil de que participarán en el paro.
De hecho, horas antes del comienzo oficial de la huelga, en el centro de Lisboa ya se podían observar tiendas cerradas y una disminución de la actividad general, con espacios como cuarteles de bomberos cerrados.
Los sindicatos critican la reforma laboral porque consideran que flexibiliza los despidos, dará más facilidades para la externalización de servicios por parte de las empresas y permitirá más contratos temporales.
Asimismo, reintroduce el «banco de horas individual», previo acuerdo entre el empleador y el trabajador, lo que supondría que la jornada laboral podría aumentar hasta dos horas diarias, alcanzando las 50 horas semanales y un máximo de 150 horas al año.
Los sindicatos denuncian que los cambios también pueden traer su propio debilitamiento al limitar la acción sindical en los lugares de trabajo donde aún no existe organización, y suponen un «ataque» a los derechos de maternidad y paternidad.
Además de los piquetes, mañana una gran manifestación recorrerá el centro de Lisboa contra la reforma laboral, con marchas paralelas en Oporto, Braga, Évora, Faro, Guarda, Coimbra, Leiria, Santarém, Setúbal y Viana do Castelo, entre otras. EFE
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