
Protestas silenciosas en Serbia a los once meses de la muerte de 16 personas en Novi Sad
Belgrado, 1 oct (EFE).- Miles de ciudadanos, en su mayoría estudiantes, marcharon en silencio este miércoles en Belgrado y otras ciudades serbias al cumplirse once meses de la muerte de 16 personas por la caída de una marquesina en la estación de Novi Sad, una tragedia que desató un movimiento antigubernamental que reclama justicia y elecciones anticipadas.
El accidente ocurrió cuatro meses después de que la estación fuera renovada y desató multitudinarias protestas en todo el país contra la corrupción de la que acusan al Gobierno del presidente del país, el populista y nacionalista Aleksandar Vucic.
La reivindicación inicial de que se llevaran ante la Justicia a los responsables del accidente se tornó rápidamente en un amplio movimiento civil que, liderado por estudiantes universitarios, exige ahora celebrar elecciones anticipadas.
«Aunque la marcha de protesta es silenciosa, no significa que la energía entre nosotros haya disminuido. Seguimos buscando justicia por las 16 víctimas, seguimos buscando elecciones anticipadas, seguimos buscando un Estado de derecho. Estamos aquí para rendir homenaje a las víctimas y no las olvidamos», declaró a EFE en Belgrado Sanja, estudiante de Filología de 26 años.
El profesor de inglés Nemanja Ćurčić, de 31 años, comentó que los ciudadanos están amargados porque el «régimen no solo no ha hecho nada para satisfacer su anhelo de justicia, sino que ha respondido al mismo con brutalidad, represión y violencia».
Trece personas se encuentran desde el mes pasado en prisión preventiva, incluido el exministro de Construcción, Goran Vesic, acusados por la fiscalía estatal de un «delito grave contra la seguridad pública» en relación a la caída de la marquesina.
Otro proceso está abierto contra tres personas, entre ellas Vesic y su antecesor en la cartera de Construcción, Tomislav Momirovic, por supuestos actos de corrupción vinculados a la caída de la marquesina.
Según la investigación, las compañías estatales chinas CRIC-CCCC, encargadas de las obras de renovación de la estación, cerraron acuerdos corruptos con otras compañías, en su mayoría serbias, con lo que obtuvieron un beneficio financiero de al menos 18 millones de dólares.
Los fiscales estiman en más de 115 millones de dólares el daño que la presunta corrupción en este proyecto ha causado a las arcas del Estado.
Los estudiantes destacan, sin embargo, que la reacción de los órganos judiciales ha sido tardía, incompleta y poco transparente. EFE
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