
Republicanos culpan a los demócratas del cierre de Gobierno y estos dicen que no cederán
Washington, 1 oct (EFE).- Los republicanos de Estados Unidos acusan a los demócratas de provocar el cierre gubernamental iniciado este miércoles por falta de fondos, mientras la oposición advierte que no cederá en su exigencia para que aumente la financiación para sanidad.
«No se puede tomar al Gobierno como rehén solo porque se quiere negociar sobre los costos de la atención sanitaria. Hagamos esa negociación, pero hagámosla abriendo el Gobierno y asegurando que los servicios esenciales se presten de verdad al pueblo estadounidense”, dijo el vicepresidente JD Vance, en una entrevista con Fox News.
Vance insistió que están dispuestos a sentarse a negociar con la bancada opositora, pero «solo después de que hayan reabierto el Gobierno».
Vaticinó que «a medida que aumente la presión política y sigan estas negociaciones, veremos a más y más demócratas ponerse del lado de la razón y reabrir el Gobierno».
Por otro lado, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, advirtió, en una entrevista con NBC, que su partido «no cederá» aún cuando la suspensión de las operaciones federales se prolongue por varias semanas.
«Han intentado dos veces que votemos a favor de su proyecto de ley, que no protege en absoluto la atención médica de los estadounidenses», dijo Schumer, quien prometió que lucharán en «todas partes» para demostrar que este cierre es responsabilidad de los republicanos.
La mayoría republicana necesita siete votos demócratas
La incapacidad de los dos partidos para acordar un presupuesto antes de la fecha límite de este 1 de octubre ha provocado un cierre del Gobierno federal, el primero en siete años, que por el momento solo afecta a servicios no esenciales pero que podría comprometer otras funciones de la Administración si se prolonga el bloqueo legislativo.
Las bancadas presentarán sus dos propuestas este miércoles en el Senado, donde se espera que ambas fallen en asegurar los votos necesarios para su aprobación, prolongando el cierre.
En el Senado, la mayoría republicana necesita siete votos demócratas para avanzar su paquete de financiación provisional, que habría mantenido al Gobierno operativo otras siete semanas.
Por su parte, los demócratas tampoco han lograron los 13 apoyos que requería su propuesta, que destina más financiación para la sanidad con una extensión de los créditos de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare), que expirarán a fines de este año.
El presidente Donald Trump acusa sin pruebas a la oposición de querer financiar servicios de salud para inmigrantes indocumentados, algo que los demócratas niegan.
Durante el cierre, las fuerzas de seguridad, el ejército, los aeropuertos o la seguridad social seguirán funcionando con normalidad, pero preocupa el hecho de que los funcionarios en estas áreas no cobrarán sus sueldos hasta que las dos bancadas resuelvan sus diferencias en el legislativo y aprueben un presupuesto nuevo.
Otros miles de funcionarios que realizan labores consideradas no esenciales serán suspendidos sin paga.
Paralelamente, la Casa Blanca ha trazado planes para aprovechar el cierre de Gobierno como oportunidad para despedir a miles de funcionarios, en el marco de su estrategia para reducir el tamaño de la Administración. EFE
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