
Revelan que las áreas protegidas no son suficientes para conservar los loros de Costa Rica
Sevilla (España), 16 oct (EFE).- Un estudio liderado por la Estación Biológica de Doñana de Andalucía (sur de España) alerta sobre la transformación del hábitat y el comercio ilegal de mascotas como los principales retos para lograr la conservación de los loros de Costa Rica, concluyendo a su vez que la creación de áreas protegidas no es suficiente por sí misma para alcanzar dicho objetivo.
El estudio, publicado en la revista ‘Diversity & Distributions’, revela que la práctica de tener como mascotas a loros de origen salvaje está muy arraigada en los hogares del país centroamericano, pese a que es ilegal desde 1983, por lo que hace un llamamiento a reforzar el control del comercio ilegal de especies protegidas, incluso amenazadas como los guacamayos o amazonas.
El equipo científico realizó un muestreo en el país a gran escala, recorriendo casi 2.000 kilómetros de carreteras para realizar censos de todas las especies nativas de loros, abarcando hasta 949 parches de los diferentes hábitats presentes y registrando más de 1.200 observaciones en distintos puntos.
Así, resalta el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) -entidad de la que depende la Estación Biológica de Doñana-, se ha conseguido registrar la «presencia, abundancia y riqueza de especies en todo tipo de entornos, desde bosques primarios hasta áreas muy transformadas, como medios agrícolas y localidades urbanas», explica en una nota.
En entrevistas a miembros de comunidades rurales, se documentó la tenencia ilegal de loros como mascotas en localidades del país y, concretamente, en más del 80 % de los hogares encuestados y en el 86,6 % de los municipios que se visitaron.
El investigador de la Estación Biológica de Doñana Pedro Romero ha explicado que el estudio que han liderado -y en el que han participado investigadores de las universidades Miguel Hernández de Elche (este español) y Pablo de Olavide de Sevilla- «confirma algo evidente para la mayoría de las especies: la diversidad y abundancia de loros disminuye significativamente en áreas agrícolas».
Si bien en el caso de este grupo de aves, algunas especies muestran cierta tolerancia a entornos muy transformados como son las poblaciones humanas, tal y como demuestran los datos de mascotas, aunque lo alarmante para los investigadores es «la magnitud del comercio ilegal en un país que es ejemplo de protección ambiental a escala continental, e incluso global».
El análisis reveló, además, que las especies más amenazadas son también las más codiciadas para el comercio ilegal de mascotas, lo que podría generar importantes problemáticas de conservación, puesto que pone en riesgo no solo la viabilidad de sus poblaciones silvestres, sino también la de los ecosistemas donde cumplen funciones ecológicas clave, como la dispersión de semillas.
«La conservación en el país no puede depender únicamente de la protección del hábitat. Si bien la red de áreas protegidas ha logrado revertir décadas de deforestación previas a las políticas de conservación de la biodiversidad actuales, la presión del comercio ilegal de fauna sigue siendo una amenaza importante», ha indicado, por su parte, otro investigador de la Estación Biológica de Doñana, José Luis Tella.
Por este motivo, el equipo científico llama a fortalecer la aplicación de la ley, implementar medidas más estrictas contra el comercio ilegal de fauna y, especialmente, trabajar en un cambio cultural que reduzca la demanda de loros de origen salvaje como mascotas.
Porque, de no ser así, ha avisado, «incluso en países pioneros en políticas ambientales, como es el caso de Costa Rica, especies emblemáticas y los servicios ecológicos que prestan corren el riesgo de desaparecer». EFE
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