Perspectivas suizas en 10 idiomas

Las tradiciones de Semana Santa vuelven a Filipinas tras dos años de parón

Manila, 13 abr (EFE).- Tras dos años de duras restricciones por la pandemia, Filipinas ultima este miércoles los preparativos para el retorno de las procesiones y rituales litúrgicos multitudinarios a Filipinas, el país más católico de Asia, aunque todavía con ciertas restricciones que empañarán una semana santa vivida siempre con gran fervor.

Durante este Jueves y Viernes Santo, los filipinos podrán de nuevo disfrutar de la “Visita Iglesia”, un recorrido por siete iglesias que en las ediciones de 2020 y 2021 fue cancelado o reducido a visitas virtuales a través de internet.

En Manila, el recorrido más tradicional es el de las siete principales sedes eclesiásticas en la antigua ciudad colonial amurallada de Intramuros, que incluye la Catedral de Manila y varias iglesias y capillas.

La Conferencia Episcopal de Filipinas ha emitido en un comunicado las directrices a seguir por las parroquias locales, y que buscan un retorno de las liturgias a la normalidad, pero todavía en consonancia con los protocolos de distancia social.

Después de dos años de cancelaciones sin parangón en su historia moderna, los filipinos podrán disfrutar con ciertas limitaciones de aforo las misas celebradas en las parroquias locales, cuyos sacerdotes deberán imponer las medidas de distancia social para cumplir con los protocolos aún vigentes.

Como ejemplo, en las procesiones que incluyan el porte de elementos litúrgicos, llamadas “karosas” o “andas” en tagalo, se recomienda el uso de vehículos motorizados para transportar las cruces o imágenes religiosas.

Durante el Miércoles de Ceniza, se autoriza de nuevo a marcar a los penitentes con una cruz en la frente, pero cada parroquia debe asegurar que se cumple la distancia social.

Entre las liturgias más llamativas que no se celebrarán este año figura la procesión de Jueves Santo de San Fernando de Pampanga, a unos 80 kilómetros de Manila, que incluye la flagelación de los penitentes después de horas caminando; y la del Viernes Santo, en la que se emula la pasión de Cristo cargando la cruz en la que luego es crucificado.

Esos rituales -cancelados en 2020 y 2021 por culpa de la covid-19- surgieron en los años cincuenta del siglo pasado en la provincia de Pampanga y, aunque no cuentan con el visto bueno de la jerarquía católica, se han convertido en la cara más conocida de la Semana Santa filipina y atraen cada año miles de turistas.

Con más de 90 millones de fieles, Filipinas es el país con más católicos de Asia -más del 80 % de su población- y el tercero del mundo, solo detrás de Brasil y México.

La suspensión de los ritos y procesiones por la covid-19 fue algo insólito en Filipinas desde la II Guerra Mundial, algo que ni siquiera sucedió durante los años que el dictador Ferdinand Marcos gobernó bajo la ley marcial (1972-81). EFE

fsg/esj/pi

(foto) (vídeo)

© EFE 2022. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR