
Singapur ejecuta a dos presos por narcotráfico en menos de una semana
Bangkok, 7 ago (EFE).- Singapur ha ejecutado a dos presos por delitos de narcotráfico en menos de una semana, el último este miércoles, en un nuevo impulso de la ciudad-Estado a las ejecuciones en virtud de una de las leyes antidrogas más draconianas del planeta.
Según un comunicado de la Policía isleña, un hombre de 59 años y nacionalidad singapurense fue ejecutado hoy tras ser condenado a la pena de muerte en agosto de 2021 por traficar con unos 36 gramos de heroína.
«36 gramos de heroína es suficiente para alimentar la adicción de unos 430 consumidores por semana», justifica la Policía, que añade que su apelación fue desestimada en mayo de 2022 y su petición de clemencia presidencial, el último recurso, también.
Otro hombre, también singapurense, de 45 años, fue ejecutado el pasado viernes, 2 de agosto, según confirma también la Policía en otro comunicado, por traficar con una cantidad similar de heroína, cerca de 37 gramos.
En su caso, fue condenado a muerte en febrero de 2019 y sus apelaciones y petición de clemencia también fueron infructuosas.
La próspera isla asiática tiene unas de las leyes anti narcóticos más draconianas del mundo, contemplando la pena de muerte en los casos de narcotráfico de más de 500 gramos de marihuana y de un mínimo de 15 gramos de heroína.
Tras un parón de las ejecuciones durante dos años por la pandemia de covid-19, Singapur batió récords en 2022 ejecutando en pocos meses a once presos, incluyendo un traficante de heroína con discapacidad intelectual.
Organizaciones en favor de los derechos humanos y Naciones Unidas instan a la ciudad-Estado a abolir la pena de muerte, que la isla defiende para «los crímenes más serios, como el tráfico de drogas en cantidades que puedan causar un gran año, no solo a los consumidores, sino a sus familias y la sociedad en general», señala la Policía en sus comunicados.
Singapur lleva a cabo las ejecuciones mediante la horca en la prisión isleña de Changi y no siempre informa de las mismas, dependiendo su recuento en parte de organizaciones abolicionistas. EFE
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