
Siria dice que seguridad de lugares de culto es «una línea roja» tras atentado en Damasco
Damasco, 22 jun (EFE).- El Ministerio de Interior de Siria afirmó este domingo que la seguridad de los lugares de culto del país árabe son «una línea roja», tras el atentado en una iglesia de Damasco que se ha saldado con al menos 22 muertos y del que el Gobierno sirio responsabiliza al grupo terrorista Estado Islámico (EI).
«La seguridad de los lugares de culto es una línea roja, y Siria hoy es más fuerte que nunca», dijo en una conferencia de prensa el portavoz del Ministerio de Interior, Noureddine al Baba, que condenó el atentado en la iglesia cristiana de Mar Elías de Damasco y expresó sus condolencias a las víctimas y sus familiares.
El vocero apuntó que, según las investigaciones iniciales de las fuerzas de seguridad, el ataque fue efectuado por una sola persona afiliada al EI, mientras que indicó que su departamento está tratando de recopilar información para determinar las circunstancias del atentado e identificar a los responsables.
«Todos los implicados en este acto criminal rendirán cuentas y trabajaremos para restaurar la iglesia y devolverle su antigua gloria», dijo Al Baba, que afirmó que «el objetivo de este ataque terrorista son todos los sirios, no solo una sola secta, y la finalidad es demostrar que el Estado es incapaz de proteger a sus ciudadanos».
En este sentido, denunció que tanto los remanentes del EI como del antiguo régimen del expresidente sirio Bachar al Asad, derrocado a principios de diciembre de 2024, tienen «interés en sembrar el caos en Siria».
Al menos 22 civiles murieron y otros 63 resultaron heridos este domingo en un «ataque suicida» perpetrado por un supuesto miembro del Estado Islámico contra la iglesia cristiana de Mar Elías de Damasco, según el Ministerio de Salud de Siria.
De acuerdo con las autoridades sirias, un atacante afiliado a la organización yihadista entró en la iglesia en medio de una misa dominical, abrió fuego contra las decenas de fieles ahí presentes y, acto seguido, hizo detonar su cinturón explosivo, lo que provocó una gran destrucción en el interior del templo, además de las muertes.
Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado el ataque, si bien se trata del primer atentado de esta envergadura en Damasco desde la caída de Al Asad.
Las autoridades sirias han anunciado en los últimos meses el desmantelamiento de células y el arresto de varios integrantes de grupos terroristas como Estado Islámico, organización que fue derrotada territorialmente en Siria en 2019 pero que sigue presente en algunas zonas desérticas del país.
El Gobierno del presidente sirio, Ahmed al Sharaa, se ha comprometido desde el primer momento con el respeto a los derechos humanos y a las minorías, pese a que se han producido incidentes y matanzas de carácter sectario en los últimos meses que han puesto en duda las acciones de las nuevas autoridades que gobiernan Siria.
La caída de Al Asad y los enfrentamientos de tintes sectarios que han tenido lugar posteriormente, han hecho temer un resurgimiento del Estado Islámico, que reivindicó sus primeros ataques contra las nuevas autoridades de Damasco el pasado 30 de mayo. EFE
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