
50 aniversario del ACNUR

Desde su fundación en 1950, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) tiene sede en Ginebra. Suiza es uno de los principales contribuyentes financieros de la agencia onusiana: 40 millones de francos en 1999.
Creado por una resolución de la Asamblea General de la ONU el 14 de diciembre de 1950, el ACNUR disponía en sus orígenes de 33 personas y de un presupuesto de 300.000 dólares. Su primer día de trabajo se remonta al 1 de enero de 1951.
Su mandato inicial, que debía concluir al cabo de tres años, consistía en proporcionar ayuda para la reinstalación de un millón de refugiados desenraizados en toda Europa, a causa de la Segunda Guerra Mundial.
Hoy el ACNUR está presente en 120 países del mundo y emplea a 5.000 personas. Su presupuesto anual ronda los 1.000 millones de dólares, el más alto de una agencia de la ONU. Actualmente, atiende a 22,3 millones de personas en todo el orbe.
Solidaridad suiza
El Gobierno helvético asigna una particular importancia a los festejos que se celebran este jueves para conmemorar el 50 aniversario del ACNUR, según François Nordmann, embajador de Suiza ante los organismos internacionales en Ginebra.
«Creo que el desarrollo de esta agencia ha sido fantástico. Y Suiza nunca ha dejado de proporcionar su apoyo en todo momento a esta institución. A través de ella, nuestro país expresa su solidaridad con los que sufren, con los desplazados, con los refugiados. Ese es un gesto que el pueblo y el Gobierno suizo han hecho con mucha generosidad», declaró.
Suiza es miembro del Comité Ejecutivo del ACNUR, el órgano director compuesto por 53 Estados. «Además, tres suizos han ocupado el cargo de Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados: August Lindt (1956-1960), Franz Schnyder (1961-1965) y Jean Pierre Hocké (1986-1989)», precisó.
Suiza ratificó en 1965 la Convención sobre los Refugiados (1951) y se adhirió en 1968 al Protocolo de 1967, que instituyó formalmente el principio de no rechazo a los candidatos al estatuto de «refugiado» en cualquier país del mundo.
«En esta serie de medidas jurídicas de protección a los refugiados, Suiza siempre ha mantenido el principio de solidaridad hacia los débiles y los sufrientes. Eso es algo que nos enorgullece», dijo el jefe de la misión diplomática helvética en Ginebra.
Gran contribuyente
El conjunto de las contribuciones helvéticas brindadas entre 1980 y 1990 representa el 2 por ciento del presupuesto total del ACNUR y coloca a Suiza como el onceavo donante.
Los Estados Unidos aseguraron el 24 por ciento del financiamiento, por encima de la Unión Europea (12 por ciento), Japón (10 por ciento), Suecia (cerca del 6 por ciento), Inglaterra (5 por ciento) y Holanda (4 cuatro por ciento).
La Confederación Helvética es un socio «importante» del ACNUR, «pero en lo que se refiere concretamente al tema de refugiados, Suiza es uno de los mayores contribuyentes ‘per cápita’ del ACNUR», subrayó Nordmann.
Supuesta «crisis de identidad» del ACNUR
En los últimos años, la vulnerabilidad de muchas economías de los países del Sur ha provocado una nueva oleada migratoria hacia los países del Norte, fenómeno que la Organización Internacional para las Migraciones ha bautizado como «refugio económico», un tipo de desplazamiento muy diferente del que se ocupa el ACNUR.
Muchos sociólogos y organizaciones no gubernamentales han solicitado que el ACNUR revise el concepto mismo de «refugiado» y lo redimensione para darle a esta categoría de personas una ayuda, dado que de todas maneras requieren protección.
Sin embargo, varios gobiernos se han opuesto a tal cambio porque consideran que las migraciones económicas no deben ser materia de trabajo del ACNUR, lo que ha llevado a algunos analistas a hablar de una «crisis de identidad» de la agencia onusiana.
El embajador François Nordmann considera que «no hay tal crisis de identidad».
«Ha habido cambios en el mundo. Ha habido cambios en el tipo de migraciones, por supuesto. Pero esta delimitación de los campos de acción ha sido bien definida por la actual responsable (del ACNUR), Sadako Ogata», declaró.
«Lo que ahora corresponde es interrogarse sobre el futuro y será al nuevo directivo, el holandés Ruud Lubbers, a quien corresponda esa tarea. Creo que Ogata posicionó bien el papel del ACNUR en el mundo y Suiza prestó su contribución», concluyó el embajador Nordmann.
Enrique Dietiker, Ginebra

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