 
Stiell (ONU): Seguridad y protección de las personas debe ser la prioridad ante el clima
Redacción Medioambiente, 29 oct (EFE).- La seguridad y la protección de las vidas humanas deben ser las máximas prioridades hoy y en los próximos días ante el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos que se están registrando en Jamaica, Cuba, Haití, la India y otros lugares del mundo, según el secretario ejecutivo de ONU Cambio Climático, Simon Stiell.
En un comunicado, Stiell indica que el sistema de Naciones Unidas se solidariza con los pueblos de Jamaica, Cuba, Haití, la India y todas las comunidades que se enfrentan a devastadores efectos de megatormentas, en alusión al huracán Melissa que está dejando amplias zonas afectadas a su paso por el Caribe.
Lamenta que algunas comunidades de Jamaica aún se estaban recuperando del huracán Beryl del año pasado, «que devastó mi isla natal, Carriacou, en Granada».
«Sé muy bien lo mucho que duele y lo que cuesta reconstruir y recuperarse de los brutales costos de la crisis climática mundial», afirma.
Además, en la India, al menos una persona ha muerto tras el paso del ciclón Montha, que tocó tierra el martes en la costa oriental, con vientos de más de 100 kilómetros por hora y que se ha debilitado este miércoles al avanzar hacia el interior del país, según autoridades meteorológicas.
Para Stiell, estas megatormentas son un recordatorio de la urgente necesidad de intensificar la acción climática en todos los frentes, ya que acarrean enormes costos humanos y económicos en todo el mundo, unos costos que crecen cada vez más rápido y son mayores cada año en que el planeta toma medidas climáticas insuficientes.
Por ello, asegura, «no podemos quedarnos de brazos cruzados» y ver cómo se desarrollan estos desastres, que destruyen vidas y economías a gran escala, con mayor ferocidad e intensidad cada año que pasa.
Insta a la humanidad a intensificar la acción climática en todos los frentes y advierte de que, cuanto más tarden los países en tomar medidas, peores serán los costos para todos porque ningún lugar del planeta es inmune a ello, aunque el precio más alto lo pagan las naciones más vulnerables y las que menos han contribuido a provocar esta crisis mundial.
De acuerdo con Stiell, datos recientes muestran que la humanidad está avanzando en la lucha contra el cambio climático gracias a la cooperación convocada por la ONU y a los esfuerzos nacionales, y ahora se espera que «las emisiones globales desciendan por primera vez, según las últimas proyecciones para 2035», pero «este progreso no es suficiente en cuanto a ritmo, alcance o escala».
Señala que la ciencia es clara: se puede y debe reducir las temperaturas globales a 1,5 °C después de cualquier superación temporal, y cada desastre climático que se presencia hoy día es un trágico recordatorio de lo urgente que es limitar cada fracción de grado del calentamiento global, causado principalmente por la quema excesiva de carbón, petróleo y gas y por la destrucción de bosques y océanos.
En la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP30, que se celebrará en Belém (Amazonía brasileña) del 10 al 21 de noviembre, los países deben unirse en una solidaridad genuina, pide Stiell.
Porque, en su opinión, cumplir plenamente el Acuerdo de París no es solo la mejor oportunidad, «es nuestra única opción para la autopreservación y para difundir los enormes beneficios de la acción climática: economías más fuertes, comunidades más resilientes, más empleos, más salud, energía más asequible y segura, entre otros aspectos».
Por ello, insta a todos los países a «dar un paso adelante juntos en la COP30» y también en «los pasos posteriores». EFE
lul/acm
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
