
Transportistas públicos de Lima acatan un paro tras nuevos ataques del crimen organizado
Lima, 6 oct (EFE).- Un amplio sector de las empresas de transporte público de Lima y la vecina provincia del Callao acata este lunes un paro en protesta por lo que consideran una falta de acción por parte de las autoridades frente a la ola de extorsiones y ataques del crimen organizado, que el último fin de semana dejó un conductor asesinado y otro herido por presuntos sicarios.
La paralización es acatada desde las primeras horas del día, principalmente, por empresas del norte y este de la capital de Perú, donde se vio pocas unidades de transporte público y la presencia de algunos vehículos informales que cobraron tarifas elevadas a los pasajeros.
La situación provocó numerosos tumultos de personas que intentaban llegar a sus trabajos, así como enfrentamientos con piquetes de choferes en huelga, quienes exigían el cumplimiento de la paralización y obligaron a varios pasajeros a bajar de minibuses que seguían operando.
Los primeros reportes de la Policía Nacional
La Policía Nacional del Perú (PNP) reportó en la red social X que en el distrito de Carabayllo, en el norte de Lima, se registró la quema de neumáticos y el bloqueo de la avenida Túpac Amaru y que los agentes «se encuentran en el lugar para restablecer el orden y garantizar la seguridad de las personas».
Poco antes, la PNP aseguró que unos 2.000 policías iban a garantizar la seguridad en Lima y el Callao mediante un operativo denominado ‘Amanecer Seguro’, destinado a «mantener el orden y resguardar a la ciudadanía»
A primera hora del lunes, el jefe de la Región Policial de Lima, Enrique Felipe Monroy, aseguró que en ese momento el transporte público estaba cubriendo la demanda de pasajeros, que fue menor debido a que el Gobierno propuso el trabajo remoto para las empresas y dispuso clases virtuales en las escuelas.
Al respecto, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) exhortó a los empleadores «a adoptar medidas flexibles ante el anuncio del paro de transportistas», que consideró «una circunstancia excepcional».
El reclamo de los transportistas
Las empresas de transporte acatan el paro en protesta por el asesinato de un conductor de autobús la noche del sábado en el distrito de San Juan de Miraflores, en el sur de Lima, a la que se sumó el domingo el ataque contra un conductor, que resultó herido, en el distrito de San Juan de Lurigancho, en el este de la capital.
Al respecto, el director de la Cámara Internacional de Transportes, Martín Ojeda, aseguró que los transportistas habían advertido a las autoridades peruanas que si ocurría otro asesinato cometido por sicarios contra los trabajadores del sector, volverían a paralizar sus actividades.
Ojeda señaló que la protesta no iba a comprender una marcha o algún otro tipo de manifestación, pero durante la mañana de este lunes aparecieron decenas de conductores que aseguraban que iban a intentar llegar hasta la sede del Congreso, en el centro histórico de Lima.
El dirigente también admitió que la «situación de terror» que afronta el sector, ante los ataques de extorsionadores y sicarios, «ha originado una fragmentación entre todos los grupos que comprenden el transporte».
La posición del Gobierno
Un sector de los transportistas ya acató una paralización el jueves pasado, ante lo cual la presidenta de Perú, Dina Boluarte, dijo que el Ejecutivo evalúa declarar en emergencia al sector para realizar una compra directa de cámaras de seguridad para instalar en las unidades de transporte.
La gobernante pidió a los transportistas que levanten su medida y conversen «de manera directa», porque aseguró que con «un paro de 24, 48 horas o más no se va a solucionar el tema de la delincuencia o el crimen organizado».
Este domingo, el ministro del Interior, Carlos Malaver, declaró estar «sorprendido» por la nueva paralización porque, según dijo, poco antes había sostenido una reunión con dirigentes de las empresas de transporte.
Malaver afirmó que los dirigentes «no pueden así, tan alegremente o tan rápidamente, decir que simplemente, ante el fallecimiento de alguien, pueda ser el paro» y sostuvo que «no necesariamente, a veces, el quitarle la vida a una persona es como consecuencia, o como motivación o móvil, el tema de carácter extorsivo». EFE
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