Tras un año sin Al Asad, la ONU ve avances esperanzadores pero también mucho que corregir
Ginebra, 5 dic (EFE).- A punto de cumplirse el primer aniversario de la caída de Bachar al Asad, el gobierno de transición sirio ha dado pasos esperanzadores para juzgar los crímenes cometidos durante aquel régimen, pero también hubo nuevos abusos graves en los últimos 12 meses, advirtió la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos.
«Continuamos recibiendo preocupantes denuncias de ejecuciones sumarias, asesinatos y abducciones de carácter arbitrario, a menudo dirigidos contra miembros de determinadas comunidades acusadas de afinidad con el antiguo gobierno», destacó en rueda de prensa el portavoz de la oficina de la ONU Thameen Al-Kheetan.
Agregó que cientos de personas han muerto desde la caída del anterior régimen, asesinadas por las fuerzas de seguridad del gobierno provisional, por grupos afiliados a éste, pero también por elementos asociados a Al Asad o bandas armadas locales.
Al-Kheetan recordó asimismo que en el año transcurrido se han denunciado en Siria casos de violencia sexual, detenciones arbitrarias, saqueos, destrucción de viviendas, evacuaciones forzadas, así como confiscaciones de viviendas, tierras y propiedades, o restricciones a las libertades de expresión y reunión.
«En muchos de estos casos la violencia ha afectado a determinadas comunidades, incluidos alauitas (rama religiosa a la que pertenece la familia Al Asad), drusos, cristianos o beduinos, alimentada por discursos de odio en internet y en las calles», señaló.
La fuente recordó por otro lado que el año 2025 ha estado marcado por operaciones militares israelíes en territorio sirio, con víctimas civiles, mientras que en el ejército de Siria la integración de antiguos grupos armados se ha realizado «de manera apresurada, sin un debido proceso de evaluación basado en los derechos humanos».
«Esta evaluación y una reforma adecuada del sector de la seguridad son fundamentales para garantizar que los responsables de graves violaciones del derecho internacional no se integren en las fuerzas de seguridad y para prevenir nuevas violaciones», subrayó el portavoz de la oficina que dirige el alto comisionado Volker Türk.
Agregó que «todas las violaciones, pasadas y presentes, deben ser investigadas de manera independiente, exhaustiva y transparente, y los responsables deben rendir cuentas», mientras Siria busca las raíces de la violencia en pos de una «exitosa transición».
En el plano positivo, el portavoz reconoció que las autoridades interinas han establecido comisiones nacionales de justicia transicional y de personas desaparecidas, así como órganos de investigación sobre la violencia perpetrada este año en zonas costeras y en Al Sueida (sur del país).
Al-Kheetan también recordó que tras años sin poder trabajar en suelo sirio, las autoridades actuales han permitido la presencia de responsables de la oficina de Naciones Unidas, que actualmente tiene sobre el terreno a ocho personas en la capital, Damasco. EFE
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