Tumba del primer emperador chino, famosa por ejército de terracota, empleó madera lejana
Pekín, 22 oct (EFE).- Investigadores chinos y británicos descubrieron que la madera utilizada en las estructuras subterráneas del mausoleo del primer emperador chino, Qin Shihuang, donde se hallaron los célebres guerreros de terracota, procedió de lugares lejanos, un hallazgo que arroja luz sobre la movilización de recursos del Estado chino de entonces.
Según informó la cadena estatal CCTV, el estudio fue publicado conjuntamente por el Museo del Mausoleo del Emperador Qin y la University College London en la revista académica Antiquity, y analizó 657 muestras de madera carbonizada recuperadas de varias fosas funerarias, incluidas las de los guerreros de terracota y la de las armaduras de piedra.
Los resultados muestran que los componentes principales de las construcciones de estas fosas fueron elaborados con coníferas procedentes de zonas montañosas de gran altitud, en lugar de especies locales.
Entre ellas destacan los abetos, árboles que crecen habitualmente a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar y cuya distribución se concentra en regiones como las montañas Qinling orientales, situadas a más de un centenar de kilómetros del mausoleo.
Los investigadores señalan que la montaña Li, la más próxima al sepulcro, no cuenta con condiciones adecuadas para el crecimiento de estas especies.
Por tanto, es probable que los materiales provinieran de áreas más elevadas, aunque el estudio reconoce que el proceso de transporte y los costes asociados pudieron influir en la elección final.
Los datos tampoco descartan la posibilidad, mencionada en fuentes históricas chinas, de que parte de la madera procediera regiones de Shu y Jing, en el suroeste de China, a todavía una mayor distancia.
El análisis revela asimismo que los tipos de madera empleados variaron a lo largo de las distintas fases de construcción: en las más tempranas, predominó el uso de cipreses de baja altitud, mientras que en etapas posteriores, como la de los guerreros de terracota, se emplearon mayoritariamente coníferas de alta montaña.
Unos campesinos se toparon en 1974 con los primeros vestigios del ejército de terracota que protege simbólicamente la tumba del primer emperador de la China unificada, Qin Shihuang, quien gobernó entre los años 221 y 210 antes de nuestra era.
Desde 1975 se han recobrado en el yacimiento, situado en el centro de China, unas 2.000 figuras entre soldados, caballos y carros, ademas de miles de armas y otros artilugios, pero se estima que la tumba, que se extiende a lo largo de más de 50 kilómetros cuadrados, alberga en torno a 8.000. EFE
aa/gbm/cc