Los costos de la salud: ese dolor de cabeza
Con la iniciativa por una caja única para el seguro de enfermedad, la izquierda pretende frenar el alza de las primas en Suiza. No es ni el primero ni el último proyecto de su género.
Lo cierto es que hasta ahora nadie ha descubierto el “remedio milagroso” para acabar con el ascenso constante de los costos de la salud. Los electores irán a las urnas el 11 de marzo.
El escenario se ha vuelto tradicional. En cada otoño el ministro encargado de la Salud (parte del portafolio de Interior) anuncia cuál será el aumento en las primas que los asegurados deberán pagar el siguiente año por sus pólizas en caso de enfermedad.
Desde 1996, fecha de la entrada en vigor de la Ley Federal sobre los Seguros de Enfermedad, esa alza ha sido, efectivamente, constante y sobre todo masiva: los asegurados pagan actualmente en promedio 70% más que hace diez años.
Esta evolución pesa cada vez más en el presupuesto de los hogares suizos, porque las primas de este seguro no están en función del ingreso de cada familia. Además, el seguro en caso de enfermedad en Suiza, aunque privado, es obligatorio.
El cómo frenar o por lo menos reducir la subida en los costos de estas primas mensuales se ha convertido en una verdadera cuestión política en Suiza.
Primas proporcionales
Una de las soluciones posibles sería dejar de fijar las primas por persona sino de forma proporcional, según la capacidad económica de los asegurados. Es, en todo caso, el camino que más preconiza la izquierda.
Sin embargo, varios proyectos en ese sentido ya han sido rechazados por la ciudadanía. En 1994, la iniciativa “por un seguro de enfermedad sano”, fue rechazada por 76.6% de los ciudadanos. La más reciente tentativa, de mayo de 2003, fue denegada por 72,9% de los votos.
Fijar las primas de acuerdo a la capacidad de cada persona parece lógico. El problema es que es muy difícil decir quiénes serían los ganadores y quiénes los perdedores de un sistema tal.
La iniciativa “por una caja única y social del seguro de enfermedad”, que propone también una prima en función de la capacidad económica del asegurado, ilustra bien esa dificultad. Los oponentes sostienen que ese sistema provocaría un fuerte aumento de las primas para la clase media, lo que los precursores del texto refutan.
Anteriores recetas rechazadas
Otra solución, igualmente lógica, sería rebajar las primas en función del número de prestaciones o disminuir la oferta del seguro de base. Estas son recetas impulsadas generalmente por los grupos de derecha. Pero también en este caso resulta difícil alcanzar una mayoría que acepte esta política.
En 2000, la iniciativa “a favor de costos hospitalarios más baratos” proponía que el seguro de enfermedad obligatorio sólo cubriera los casos de hospitalización. Fue rechazada por 82,1% de los ciudadanos.
En 2001 tuvo la misma suerte la iniciativa “a favor de medicamentos de bajo costo”. Ésta sugería la utilización sistemática de medicamentos genéricos. El paciente debía pagar el costo completo de una fórmula original. Esta idea, vista como una limitación del acceso a los medicamentos, fue frenada por 76,8% de “no” en las urnas.
En 2005, el actual ministro de la Salud, Pascal Couchepin, anunció para el año siguiente una serie de medidas para limitar los costos de la salud. Entre esas medidas figuraba el retiro de cinco medicinas naturales del catálogo de prestaciones del seguro básico en caso de enfermedad.
Esta pretensión provocó un gran rechazo que provocó el surgimiento de la iniciativa “Sí a la medicina complementaria”, sobre la que próximamente Suiza también decidirá en las urnas. Las posibilidades de que pase la iniciativa son buenas, ya que un sondeo reveló que el 79% de la población querría la reintegración de estas medicinas en el seguro de base.
Un verdadero dolor de cabeza
La lista de iniciativas de los últimos años muestra dos deseos contradictorios de los suizos: por una parte no hay disposición de pagar más por el sistema de salud, y por otra, tampoco están dispuestos a aceptar el desmantelamiento de ciertas prestaciones.
En esta situación, encontrar soluciones se vuelve un verdadero dolor de cabeza para la clase política. Además, esta alza parece ineluctable debido a la evolución tecnológica creciente en la medicina y al envejecimiento de la población.
Finalmente, poco importa que la iniciativa sea aceptada o no el próximo 11 de marzo. Está claro que por sí sola no podrá aportar una solución al complejo problema del incremento de los costos de salud. Sin duda, el pueblo seguirá siendo llamado a pronunciarse en las urnas sobre el tema en los próximos años.
swissinfo, Olivier Pauchard
(Traducido del francés por Patricia Islas Züttel)
En 2004, Suiza gastó 51.670 millones de francos suizos para sus sistema de salud (cifra de la Oficina Federal de Estadísticas).
Esta suma representa 6.929 francos por habitante o 11,6% del PIB.
Los costos de salud se han mantenido al alza en los últimos años. En 1960 representaban el 4,9% del PIB, en 1995, el 9,7%.
El Movimiento Popular de las Familias es el precursor de la iniciativa “por una caja única y social en caso de enfermedad”, que será sometida a voto popular el 11 de marzo de 2007.
Esta iniciativa propone reemplazar las 87 empresas que ofrecen el seguro en caso de enfermedad por una caja única para esta póliza obligatoria en Suiza. De acuerdo a los autores del texto, esta medida aportaría mayor transparencia en el sector salud y permitiría frenar el alza en las primas del seguro médico.
El texto busca fijar las primas “de acuerdo a la capacidad económica de los asegurados”, sin dar mayores detalles al respecto.
La iniciativa es apoyada por la izquierda, pero rechazada por la derecha y el Gobierno suizo.
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