
Voluntarios de la flotilla se preparan ante una posible intervención israelí cerca de Gaza
Redacción Internacional, 1 oct (EFE).- Los participantes de la Global Sumud Flotilla (GSF), compuesta por más de cuarenta barcos y más de 500 voluntarios, se preparan para una posible intervención israelí, al superar la zona de exclusión que marcó Israel en las 120 millas naúticas (unos 220 kilómetros) en aguas internacionales, mientras mantienen la esperanza de llegar a la Franja para romper el bloqueo.
«Se habla de una posible intercepción esta noche, así que estamos preparándonos con protocolos de seguridad, cámaras, indumentaria y manteniéndonos hidratados”, explicó a EFE Carlos Pérez, documentalista mexicano a bordo de la embarcación Hio, destacando su deseo de cumplir la misión humanitaria.
Un sentimiento compartido por Karim, voluntario de la delegación del País Vasco a bordo del barco Meteque, en el que viajan diez personas.
«Nos queda un día y medio para llegar a Gaza, si todo va bien, aunque hay gran riesgo de que seamos atacados por las fuerzas de Israel o incluso secuestrados», reconoció el voluntario.
Este miércoles la flotilla denunció una «operación intimidatoria» por parte de Israel, cuando un buque de guerra rodeó «de forma agresiva» una de sus principales embarcaciones y deshabilitó las comunicaciones a bordo.
Hace un mes, la Global Sumud Flotilla partió desde España rumbo a Gaza, uniendo embarcaciones de Túnez, Italia y Grecia, y tras varios incidentes entró en lo que denominan «una zona de alto riesgo», con apoyo previo de otras misiones marítimas y entre peticiones de protección internacional.
Eduard Camacho, voluntario de Cataluña a bordo del Adara, aseguró que pese al cansancio y las intimidaciones, la convicción del grupo es absoluta.
«El objetivo es llegar a Gaza y lo queremos conseguir. Conocemos los riesgos de intimidación, secuestro, tortura y acusaciones falsas; nos han llamado ‘terroristas’», dijo.
El Ministerio de Exteriores israelí afirmó el 22 de septiembre que la flotilla está «abiertamente apoyada por Hamás» y la calificó como una “misión yihadista”.
Camacho recalcó que la misión tiene «protocolos claros para demostrar su carácter humanitario» y que más de 500 voluntarios trabajan para llevar ayuda a Gaza.
Los voluntarios criticaron que España e Italia no mantuvieron el acompañamiento hasta la zona de exclusión. Pérez recordó que la fragata italiana pedía que quienes quisieran «abandonaran la misión con ellos».
Sobre España, Camacho sostuvo que el acompañamiento se limitó a las 120 millas de la zona de exclusión y «allí se detuvo porque podría haber confrontación con Israel», por lo que la fragata no avanzará hasta costas gazatíes, que comienzan a 12 millas naúticas, como tiene previsto la flotilla.
Según él, existe una “incoherencia rotunda”, ya que si España reconoce al Estado palestino, también debería reconocer sus aguas territoriales; permitir que Israel intercepte la flotilla equivale a un “secuestro en aguas palestinas reconocidas por España”, apuntó.
La crisis humanitaria en la Franja se agrava por las restricciones de Israel a la entrada masiva de ayuda humanitaria mediante camiones de la ONU, un bloqueo que se mantiene desde hace más de siete meses y que la Flotilla busca romper abriendo una ruta marítima de ayuda.
Una comisión independiente de la ONU, relatores de derechos humanos, ONG y un creciente número de países califican de genocidio la ofensiva militar israelí contra la Franja de Gaza, en la que ya han muerto más de 66.000 palestinos, incluidos más de 20.000 niños. EFE
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