‘La Flauta mágica’ abre la temporada navideña del Met Opera de la mano de nuevos talentos
Jesús Centeno
Nueva York, 11 dic (EFE).- La Metropolitan Opera House de Nueva York encendió este jueves la temporada navideña con una de sus producciones más queridas por el público familiar, la versión abreviada de ‘La flauta mágica’, el cuento musical de Wolfgang Amadeus Mozart que cada diciembre abre las puertas de la ópera a nuevos espectadores y que esta vez llegó de la mano de talentos que debutaron en la compañía.
La producción lleva de nuevo la firma de la directora Julie Taymor, ganadora del premio Tony por ‘El rey león’, y cuya imaginación visual ha convertido esta ‘Flauta mágica’, interpretada en inglés, en un clásico contemporáneo de la casa.
A medio camino entre teatro de sombras, marionetas monumentales y un colorido exuberante, su puesta en escena transforma el foso y el telón en un universo donde lo clásico convive sin esfuerzo con lo fantástico.
Criaturas suspendidas en el aire, vestuarios que se expanden como abanicos y un diseño de luces que dibuja atmósferas cambiantes hacen que la historia -se condensa la obra original en un formato ágil que conserva los momentos musicales más celebrados- avance como un sueño cuidadosamente coreografiado.
Sin perder la esencia mozartiana, con su característico humor, ternura y sentido moral, la adaptación acelera el ritmo sin que el espectador sienta que falta nada esencial.
Para muchos niños y adultos que se estrenan en la ópera, esta propuesta está pensada como primer contacto accesible con un género que a menudo intimida, pero que aquí se presenta con una vocación inequívocamente acogedora.
La conductora alemana de ascendencia japonesa Erin Yashima hizo su debut hoy como directora musical en el Met, poniendo su batuta al servicio de una trama clásica, en la que el príncipe Tamino (Joshua Blue), tras ser rescatado por tres misteriosas damas, debe salvar a Pamina (Erin Morley) para la Reina de la Noche, interpretada por la soprano rusa Aigul Khismatullina, que brilló con su agudo dominio vocal y una presencia escénica que levantó los aplausos del público.
En la aventura, Tamino se cruza con Papageno (Joshua Hopkins) un pajarero ingenuo y entrañable que aporta humor y calidez a la historia. Pero las apariencias engañan, y Sarastro -interpretado por el chino Zhengyi Bai, otro debutante esta noche-, que había señalado por la Reina como un tirano, emerge como una figura de sabiduría que guía a los protagonistas en su viaje de iniciación.
En este equilibrio entre lo mágico y lo moral, la obra ofrece una reflexión ligera pero efectiva sobre la búsqueda de la verdad y la fraternidad, con una adaptación ideal tanto para quienes quieren iniciarse en la ópera como para los aficionados de largo recorrido.
La ópera podrá verse en varias funciones hasta el 3 de enero en la Gran Manzana del Met Opera, que también organiza el día 14 de este mes la ‘Holiday Open House’, una jornada en la que niños y familias pueden participar en talleres musicales, charlas breves y demostraciones preparadas por su personal artístico. EFE
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