‘Próxima estación: Coliseo-Foros Imperiales’: en metro a la Antigua Roma
Carlos Expósito
Roma, 16 dic (EFE).- La megafonía de la línea de Metro C de Roma estrena una nueva sintonía: «Próxima estación: Coliseo-Foros Imperiales», una moderna parada de metro con museo arqueológico incluido e inaugurada este martes en el centro de la capital italiana, que conecta la periferia con la Antigua Roma.
Han tardado once años, tres más de lo que tardó en erigirse el propio Coliseo, porque, entre otras cosas, cuando se excava en Roma se corre el riesgo de encontrar restos arqueológicos y hallazgos que ponen el relieve el extraordinario patrimonio cultural de la ciudad.
Situada bajo la Via dei Fori Imperiali, entre el imponente Coliseo y la Basílica de Majencio, la estación, que conectará con la ya existente de la línea B, ha abierto hoy al público junto con la de Porta Metronia, ubicada junto a las Murallas Aurelianas, a aproximadamente un kilómetro de distancia entre ambas.
El trayecto entre las dos estaciones, de unos dos minutos y cuarenta y cinco segundos, se ha realizado por primera vez en unas instalaciones que mezclan lo tradicional y lo contemporáneo.
Roma, mirando al futuro pero fiel a su historia
En el acto de presentación antes de que se abriera al público estuvieron presentes, entre otros, el vicepresidente del Gobierno y ministro de Transporte, Matteo Salvini, el ministro de Cultura italiano, Alessandro Giuli, y el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri.
Los tres destacaron la importancia de estas estaciones como una forma de combinar el progreso en infraestructuras con la conservación del patrimonio, en uno de los centros neurálgicos de la Ciudad Eterna.
Una mejora sustancial de la movilidad entre el centro y la periferia que permitirá a su vez conectar la línea C con la B y que integra el transporte moderno con fragmentos de la historia de Roma.
«La ciudad milenaria se transforma en la ciudad del futuro, manteniéndose fiel a sí misma», defiende Giuli.
Por su parte, Salvini puso en valor el trabajo de ingeniería, «que ha superado un desafío complicadísimo»: «Porque da vértigo excavar bajo el Patrimonio de la Humanidad».
También destacó la colaboración entre instituciones locales y estatales, independientemente del color político: «Unámonos, demostremos al mundo que nuestros ingenieros, nuestros arquitectos, nuestros geólogos no temen la comparación con los chinos, con los turcos, con los suecos, con los japoneses…».
Dentro de una excavación arqueológica
La estación de Coliseo, situada a 32 metros de profundidad, cuenta con un amplio vestíbulo con remates dorados y acabados contemporáneos, concebido como un recorrido por diversos hallazgos arqueológicos hasta llegar al tren.
Mientras que la de Porta Metronia, también rica en historia, cuenta con cinco niveles subterráneos e incorpora una cristalera desde la que el viajero puede observar un extenso complejo militar de época romana, del siglo II d. C., que incluye la Casa del Comandante, con frescos y pavimentos de mosaico.
Tanto el decorado como la disposición de los objetos expuestos atiende a un propósito concreto: «Este revestimiento, que es el mismo que hay en el suelo, quiere transmitir precisamente esa idea: la idea de entrar dentro de una excavación», alega a los periodistas el gerente de construcción de la empresa constructora encargada Webuild, Marco Cervone, desde los andenes del metro Coliseo.
Entre las piezas expuestas en distintas partes de las estaciones, donde anualmente pasarán millones de viajeros, muchos de ellos turistas, destacan también objetos votivos, figuras, o artefactos, como tres sítulas (vasijas) y una jarra de lámina de bronce, empleadas para extraer agua hace aproximadamente 2.300 años.
Durante la excavación también se encontraron 28 pozos construidos entre los siglos V y II a.C. que permitían a los habitantes obtener agua para sus actividades cotidianas.
Una obra de construcción y arqueología y una ventana a la historia que, según la restauradora del Parque Arqueológico del Coliseo, Francesca Gherardi, es «único en el mundo» y que ahora permitirá a los viajeros conocer una parte más de la Antigua Roma mientras se apresuran para coger el metro.
Por su complejidad patrimonial y urbanística, Roma cuenta tan solo con tres líneas de metro, de las cuales una, la C, se encuentra todavía en fase de construcción y ampliación. EFE
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