
Albania vota con la diáspora por primera vez en legislativas cruciales
Ivan Blazhevski
Tirana, 10 may (EFE).- Más de 3,7 millones de albaneses están convocados este domingo a las urnas en unas elecciones generales en las que por primera vez vota la diáspora y una cita considerada crucial de cara a la aspiración del país a integrarse en la Unión Europea (UE) antes de finalizar la década.
Con más del 48 por ciento de la intención del voto, el gobernante Partido Socialista (PS) del primer ministro, Edi Rama, parte como claro favorito.
Su principal rival es la ‘Alianza para la Gloriosa Albania’, encabezada por el Partido Democrático (PD) del expresidente y exjefe de Gobierno Sali Berisha, con cerca del 34 por ciento.
Así las cosas, tras dominar la escena política en el último cuarto de siglo, el PS y el PD siguen profundamente arraigados y protagonizan también las décimas legislativas que celebra Albania desde la caída del comunismo en 1991.
No obstante, esta vez una nueva generación de formaciones menores, más de 50 en total, buscan ganar influencia y arrebatarle a los dos ‘grandes’ algunos de los 140 escaños del Parlamento de Tirana.
Algunas de ellas podrían entrar en la Cámara, mermar la presencia de socialistas y conservadores, y con ello cambiar el resultado del voto, estiman los analistas.
La incógnita del voto extranjero
Además, un total de 245.935 albaneses residentes en el exterior han respondido a la convocatoria para registrarse en la Comisión Electoral Central (KQZ) y han sido autorizados para votar por correo.
Según la KQZ, hasta el 9 de mayo habían llegado unos 170.000 papeletas de fuera del país.
Si bien este número es muy inferior al del total de la diáspora, estimado en unos 2 millones, los observadores coinciden en que puede conducir a un resultado inesperado en las urnas.
La entrada en la UE, promesa estrella
En la jornada de reflexión este sábado, cuando están prohibidas todas las actividades políticas, la atención de muchos ciudadanos está acaparada por la competición ciclista ‘Giro de Italia’, que comenzó el viernes en la ciudad albanesa de Durrës y seguirá en este país hasta entrar en Italia el próximo lunes.
Marcada por acusaciones cruzadas de corrupción y vínculos con la delincuencia organizada, así como ataques personales, la campaña de un mes se clausuró el viernes por la noche con sendos mítines de los dos mayores partidos en Tirana.
En lo que han coincidido todos los candidatos es en prometer impulsar el desarrollo de este país de 2,4 millones de habitantes, miembro de la OTAN desde 2009. Pero la promesa estrella es la de lograr la plena adhesión en la UE.
Rama, que gobierna desde 2013, se ha presentado como el único capaz de conseguir el «pasaporte europeo para todos los albaneses» antes de 2030.
En el mitin de cierre de campaña de su PS, celebrado en el Parque Olímpico de Tirana, se mostró confiado de su triunfo.
«Matemáticamente, ascenderemos aún más, con nada menos que 78 escaños (frente a los 74 actuales)», pronosticó el líder socialista de 60 años.
Por su parte, Berisha, que también se presentó el viernes ante sus seguidores en un acto en la capital, abogó por el cambio y acusó al Gobierno socialista de ejercer de forma autoritaria el poder.
«El día de la decisión nos brinda la oportunidad de salvar a Albania, de salvar a los albaneses de esta dictadura que los abandonó, los empobreció y los aisló más que cualquier otro régimen a lo largo de la historia», declaró Berisha.
A sus 80 años, este líder conservador que pasó un año en arresto domiciliario por corrupción en 2023 y ha sido sancionado por Estados Unidos en 2021 por la misma razón, pretende recuperar el cargo de primer ministro que ya ostentó durante dos mandatos entre 2005 y 2013.
Observación internacional
La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) observará estas elecciones con unos 300 expertos internacionales desplegados sobre el terreno.
La votación de mañana es considerada como una prueba de fuego para la madurez democrática de Albania, después de que en el pasado las citas a las urnas se vieran empañadas por múltiples irregularidades, desde compra de votos a sospechas de injerencia e influencia de grupos de crimen organizado.
La clave será comprobar si las reformas realizadas en los últimos años garantizan los estándares de elecciones libres internacionales en la nación balcánica. EFE
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