
Areva en el banquillo por no haber protegido a sus empleados secuestrados en Níger en 2010
París, 19 oct (EFE).- El grupo francés Areva tendrá que sentarse en el banquillo para dirimir su presunta responsabilidad por no haber protegido de forma suficiente a sus empleados en Níger ante el riesgo terrorista cuando siete de ellos fueron secuestrados por un grupo yihadista en 2010.
Le Parisien reveló este domingo que los jueces de instrucción que han estado trabajando en este asunto han decidido encausar a la empresa estatal francesa especializada en el combustible nuclear y en la gestión de los residuos de las centrales atómicas.
El cargo que le reprocha es «heridas involuntarias por torpeza, imprudencia, falta de atención, negligencia o por incumplir una obligación de prudencia y de seguridad impuesta por la legislación» que tuvo como consecuencia una incapacidad laboral de más de tres meses.
En este caso concreto, en el dictamen que formalizaron el pasado 26 de septiembre los magistrados antiterroristas le echan en cara que no hubieran prestado suficiente atención a la situación que había en Níger en 2010.
Cuando sus siete empleados (cinco franceses, un malgache y un togolés) fueron secuestrados el 16 de septiembre de 2010 en el complejo minero de Arlit, en el que Areva extraía uranio, la situación en ese país africano era claramente de inseguridad.
Otros dos franceses habían sido secuestrados en los meses anteriores (uno en noviembre de 2009 en la frontera con Mali y el otro en el norte de Níger en abril de 2010, asesinado en julio de 2010.
Además, se habían constatado infiltraciones de potenciales terroristas en la ciudad de Arlit y en agosto su prefecto (delegado del Gobierno) había pedido que se evacuara el personal europeo a Niamey, la capital.
Los instructores indican que en ese contexto no se habían tomado medidas de protección por parte de Areva, de forma que «el riesgo de ataque se había infravalorado y las repetidas advertencias se habían descuidado», siempre según Le Parisien.
De los siete secuestrados en el complejo de Arlit, tres fueron puestos en libertad al cabo de cinco meses (el togolés, el malgache y la única mujer del grupo, la francesa Françoise Larribe).
Los otros cuatro franceses estuvieron en manos de sus captores (un comando de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) hasta el 29 de octubre de 2013 y fueron liberados tras el pago de rescates. EFE
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