
Argelinas recuerdan que las demandas feministas forman parte del Hirak
Argel, 8 mar (EFE).- Cientos de mujeres argelinas se desplazaron hoy desde diferentes puntos del país para participar en una marcha nacional celebrada la capital con motivo del Día Internacional de la Mujer y sumar así sus reivindicaciones al Hirak, movimiento de protestas populares que exige la retirada del sistema militar que dirige el país desde su independencia.
La cita arrancó este mediodía desde la céntrica plaza de Maurice Audin, organizada por el colectivo «Espacio feminista», que cada viernes participó en las manifestaciones que estallaron en febrero de 2019 y que fueron suspendidas durante un año debido debido a las restricciones de la crisis sanitaria, pero que han vuelto a retomar con fuerza en las últimas semanas.
Bajo una fuerte presencia policial, con numerosos agentes de la Brigada Móvil de la Policía Judicial (BMPJ) así como agentes de paisano, las manifestantes marcharon pacíficamente al grito de «No hemos venido a festejar, hemos venido a obligaros a partir», un nuevo eslogan que se unió al ya tradicional «Estado civil y no militar».
Varias asociaciones, como «Tharwa Fadhma N’Soumeur»- que lleva el nombre de una figura emblemática de la resistencia anticolonial- participaron en esta manifestación a través de carteles reivindicativos como «Nada que celebrar, nada ha cambiado» o «No al folclore ni a las celebraciones, el 8 de marzo es un día de lucha».
«Pedimos una vida decente en Argelia. Tenemos un Gobierno completamente ilegítimo y pedimos que haya medidas a favor de la sociedad y también que las mujeres sean tomadas en consideración», declaró a Efe Cylia, militante de este colectivo y diplomada en ciencias políticas.
Para esta joven, el «espacio feminista» es un «tentáculo» más del Hirak y la continuidad de la lucha feminista que comenzó antes de la independencia del país en 1962, por lo que las argelinas merecen ser consideradas ciudadanas de plenos derechos.
Con una pancarta escrita en castellano, «El Estado opresor es un macho», la activista señaló el código de la familia como una de las principales fuentes de discriminación en la sociedad argelina. Este texto, que data de 1984 y está inspirado en la sharia (ley islámica), reconoce la poligamia, el derecho del hombre a repudiar a su mujer, criminaliza las relaciones extramatrimoniales e impone a la mujer – sin importar su edad- a un tutor para poder contraer matrimonio.
Por ello, Cylia instó a las autoridades a poner en marcha dispositivos de protección para aquellas mujeres que huyen de una situación de violencia, una lacra que aumentó de manera exponencial durante los meses de confinamiento, según las organizaciones locales.
El brutal asesinato de dos mujeres el pasado mes de octubre reabrió el debate en el país sobre la pena de muerte y el presidente, Abdelmadjid Tebboune, se comprometió a que las penas por este tipo de crímenes se apliquen de forma íntegra, sin posibilidad de reducción o de indulto.
La ONG «Red Wassila», una histórica asociación feminista que cuenta con un centro de llamadas para atender a las víctimas de violencia y un servicio de ayuda psicológica y jurídica, alertó sobre el aumento del número de casos de violencia en los últimos años pero, sobre todo, de la intensidad de esta violencia.
Según el censo digital de la iniciativa «Feminicidios en Argelia», que trata de suplir la ausencia de estadísticas oficiales «reales», al menos 54 mujeres fueron asesinadas en 2020 y nueve en lo que va de año. EFE
© EFE 2021. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.