Audrey Azoulay, directora general de la Unesco: «quien pierde es el pueblo de Nicaragua»
Bruselas, 7 may (EFE).- La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, lamentó este miércoles la decisión del Gobierno nicaragüense de abandonar la organización y aseguró que «quien perderá, por supuesto, es la población de Nicaragua», país con el que la agencia de la ONU mantenía programas en materia de educación y formación del profesorado.
El régimen nicaragüense de Daniel Ortega y Rosario Murillo anunció el pasado sábado su decisión de abandonar la Unesco, después de que la organización concediese al diario La Prensa el Premio Mundial a la Libertad de Prensa Unesco/Guillermo Cano.
«Por supuesto, lamento que esto lleve a Nicaragua a salir de la Unesco. Creo que cada Estado tiene su lugar en la mesa de la Unesco y quien perderá, por supuesto, es la población de Nicaragua, con la que teníamos cooperación, por ejemplo, en la formación de docentes», dijo Azoulay en una entrevista a un reducido número de medios, entre ellos EFE.
Azoulay, que lleva ocho años al frente de la agencia de Naciones Unidas, «siempre ha premiado el periodismo de calidad, el periodismo independiente, el periodismo bajo presión».
«Las personas galardonadas son personas reconocidas globalmente y forman una comunidad en todo el mundo a la que hay que apoyar para el periodismo independiente y esto es lo que motivó la decisión de la Unesco de otorgar este premio a La Prensa», señaló Azoulay.
En este sentido, recordó que periodistas como la filipina Maria Ressa, que ganó el galardón en 2021, o la iraní Narges Mohammadi, que lo recibió en 2023, obtuvieron posteriormente el Nobel de la Paz.
«Es la primera vez que el premio se otorga a un medio de comunicación como tal y, en este caso, a un medio en el exilio. Así que es un premio muy importante», dijo la directora general de la Unesco.
Azoulay recordó que «la lucha por la libertad de expresión, por la información, es una lucha que la Unesco lleva a cabo de forma contundente desde hace unos treinta años» y afirmó que en estas tres décadas «todo ha cambiado, la forma en que producimos información y también en la forma, especialmente para nosotros, el público, de acceder a la información».
Por eso, «tenemos que ser muy fuertes» a la hora de defender «los principios intangibles que defiende la Unesco», señaló, Azoulay, que aseguró que «la experiencia de los últimos diez años, es que ha habido una fuerte demanda del mandato» de la agencia «en todo el mundo».
«Incluso en ausencia de Estados Unidos», cuyo presidente, Donald Trump, ya abandonó la organización en su primer mandato.
«Hay muchas cosas de las que hace la Unesco que interesan a Estados Unidos. (…) Pienso en todos nuestros programas para combatir el antisemitismo. Nuestros principal socio, hoy en día, es la sociedad estadounidense», afirmó Azoulay. EFE
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