
Casi la mitad de los jóvenes LGTBIQ+ en Bélgica no se sienten aceptados, según un estudio
Bruselas, 23 jul (EFE).- El 41 % de los jóvenes pertenecientes a la comunidad LGTBIQ+ que contactaron con el servicio de escucha y apoyo para niños y jóvenes de la organización Awel en Bélgica manifestó preocupación sobre la aceptación de su orientación sexual en el entorno social o familiar, según un estudio realizado por el mismo grupo.
Según Awel, estas inquietudes incluyeron también conductas relacionadas con el rechazo, el acoso, la presión emocional e incluso el abuso verbal y físico.
El análisis tuvo en cuenta 322 conversaciones a través de teléfono, correo electrónico y chat que tuvieron lugar entre enero y abril de 2024.
El informe subrayó que el acoso que sufren los jóvenes suele tener lugar habitualmente tras su salida del armario y que la palabra ‘gay’ sigue siendo un término con connotaciones negativas.
Además, los padres y madres formaron parte del sentimiento de falta de aceptación en casi la mitad de los casos (46 %) de jóvenes que dijeron sentirse poco reconocidos.
Esta falta de aceptación por parte de los progenitores suele ser una oposición directa, menos ambigua o sutil, con casos en los que incluso se identificaron sentimientos tránsfobos u homófobos, según el estudio.
Por otro lado, el grupo informó de que los jóvenes que contactan con el servicio y pertenecen a una familia religiosa no tienen por qué mencionar este aspecto en las conversaciones con los voluntarios, aunque detectó cierta relación entre la falta de aceptación y la religión.
«En 35 de las 131 conversaciones en las que se habló de falta de aceptación (un 27 %), sí se mencionó la fe o la cultura como parte del problema», especificó Awel, por lo que pidió atención específica a este aspecto.
Además, en un 11 % de los casos no se trató solo del rechazo del entorno, también de la aceptación del propio joven a sí mismo.
«Por ejemplo, una chica había estado luchando durante mucho tiempo contra su singularidad: fingía que le gustaban los chicos, hasta que un beso con una chica la enfrentó con una verdad difícil de aceptar», relató el estudio. EFE
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