Hacia una nueva política en materia de drogas
La Comisión Federal para Asuntos Relacionados con las Drogas busca un enfoque global y pragmático sobre las sustancias que afectan al cerebro, incluidos alcohol y tabaco.
En su informe, publicado este lunes, la organización solicita al gobierno que reabra el debate político sobre el particular.
La comisión solicita a la Confederación la elaboración de líneas directivas para una política nacional “que tome en cuenta el conjunto de substancias psicoactivas”.
“Se necesita terminar con el enjuiciamiento moral sobre las drogas y los comportamientos para optar por el pragmatismo”, explica el presidente de la comisión, François van der Linde.
La revisión de la ley de estupefacientes tropezó con la despenalización del cannabis, en junio del 2004 en el Parlamento, porque la sociedad helvética no logra un consenso, afirma el médico Van der Linde. Debido a los múltiples puntos de vista y escalas de valores, se requiere adoptar otra medida.
Contradicciones actuales
La encargada de toxicomanías de la ciudad de Lausana, Geneviève Ziegler, coincide con esa opinión y estima que la población no comprende las contradicciones actuales: se prohíbe el consumo de cannabis pero se tolera el tabaco, el alcohol y los medicamentos, sin tener en cuenta las dependencias y los riesgos que provocan.
Mientras se lucha contra el problema de salud pública ocasionado por el tabaquismo, las arcas del Estado obtiene beneficios por la venta de cigarrillos y los productores de tabaco reciben subvenciones, denuncia el procurador de San Gall, Thomas Hansjakob.
La Comisión Federal para Asuntos Relacionados con las Drogas preconiza la aplicación de un modelo basado en cuatro pilares (actualmente en vigor) que no sólo combata a las drogas ilegales, sino también a sustancias psicoactivas, como el tabaco y el alcohol.
Sostiene que hay que armonizar la legislación para reglamentar el mercado de sustancias psicoactivas, del libre acceso a la prohibición total en función del peligro para los consumidores.
Nuevo modelo de regulación
Fundamentalmente, la comisión propone un nuevo modelo de regulación, visualizado en forma de cubo. Sobre una de sus caras, se encuentran los cuatro pilares de la prevención. En otro, las substancias psicoactivas.
Esta visión de la problemática de las dependencias permite ver la transposición de medidas que se requieren tanto en un sector, como en otro. Por ejemplo, analizando el espacio de terapias y substancias, se constata que no existe casi nada para solucionar la dependencia del cannabis o de los medicamentos.
En la tercera cada del cubo se coloca el grado de adicción a un producto (consumo poco problemático, uso de riesgo, uso nocivo, dependencia) y las respuestas que pueden aportarse (medidas legislativas, terapéuticas, judiciales, preventivas).
Iniciativa bienvenida
Los expertos concluyen su informe con diez recomendaciones dirigidas a las autoridades federales que deben ser tomadas de aquí al 2015.
Las proposiciones fueron recibidas por el ministro suizo de Salud Pública, Pascal Couchepin, quien aplaudió por la iniciativa de la comisión.
El también ministro del Interior destaca el “acercamiento innovador que presentan los autores del informe, que consideran que se combate mejor las dependencias a través de una gestión global, en vez de una política centrada en la lucha contra las substancias, ya sean drogas ilegales, alcohol, tabaco o medicamentos”.
Por parte del Instituto suizo de prevención del alcoholismo y otras toxicomanías, la reacción también es positiva:
Su director, Michel Graf, indica a swissinfo que es “estimulante en el plano estructural poder aprehender todas esas substancias con la misma lógica, (…) Se trata de una muy buena noticia. Es un acercamiento adoptado desde hace tiempo a nivel de la prevención”.
“Es estimulante políticamente. Es osar romper un tabú: se reconoce, en efecto, que el alcohol y el tabaco son sustancias psicoactivas lo mismo que el cannabis y la cocaína”, concluye.
swissinfo y agencias
El informe psychoactiv.ch propone un nuevo enfoque global y pragmático en materia drogas legales e ilegales.
El gobierno deberá establecer líneas directivas previo al establecimiento de un debate político y de su aplicación.
En la actualidad, se prohíbe el consumo de cannabis pero se tolera el tabaco, el alcohol y los medicamentos, sin tener en cuenta las dependencias y los riesgos que provocan.
La Comisión Federal para Asuntos Relacionados con las drogas preconiza un modelo que combata a las drogas ilegales y a las sustancias psicoactivas, como el tabaco y el alcohol.
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