
Crece la tensión en el Báltico tras la violación rusa del espacio aéreo estonio
Berlín, 20 sep (EFE).- La violación del espacio aéreo de Estonia el viernes por tres cazas rusos MIG-31 ha puesto a los países de la región báltica en el foco geopolítico, pues Rusia ha mostrado no estar impresionada por la mayor vigilancia de la Alianza en su flanco oriental.
Durante los doce minutos que los tres cazas rusos violaron el espacio aéreo estonio, el trío de aviones voló en paralelo a la frontera del más norteño de los países bálticos, según un mapa publicado este sábado por el Ministerio de Defensa de Estonia.
No llevaban plan de vuelo, no tenían permiso de vuelo, sus transpondedores estaban desconectados y no era posible con ellos la comunicación radial bidireccional, según el documento publicado por el ministerio de Estonia.
El primer ministro estonio, Kristen Michal, condenó el viernes el incidente y dio cuenta de la intención de su país de consultar con sus aliados en virtud del artículo 4 de la OTAN, que se puede invocar cuando un integrante de la alianza ve amenazada su integridad territorial, independencia política o seguridad.
Según explicó a EFE Rafael Loss, experto en defensa y seguridad del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR, por sus siglas inglesas), «Rusia trata de demostrar que independientemente de lo que decida la OTAN, incluido el refuerzo de la vigilancia en su flanco oriental, no se va a dejar disuadir a la hora de provocar más».
«Doce minutos de violación del espacio aéreo de Estonia no es un accidente, sino una demostración de que Rusia no ha sido disuadida», comentó sobre un comportamiento de los cazas rusos que, para él, recordó al de los aviones soviéticos en tiempos de la Guerra Fría.
A su entender, lo ocurrido en Estonia se incluye en un contexto marcado por la reciente violación del espacio aéreo de Rumanía y Polonia la semana pasada, cuando drones entraron en el aire de esas otras dos naciones de la Unión Europea y de la OTAN.
Tras la violación del espacio aéreo de Polonia, la Alianza Atlántica decidió reforzar su vigilancia en el aire en el flanco oriental, que sigue sometido a las provocaciones rusas que denuncian las capitales europeas y la OTAN.
Apoyo de los aliados
En este contexto, todavía este sábado recibían Michal y el Gobierno de Estonia señales de solidaridad europeas, como las que envió la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen.
«La violación del espacio aéreo estonio es otra inaceptable provocación en el frente de la OTAN», dijo la primera ministra danesa en la cuenta de X de su oficina gubernamental.
«Dinamarca está con Estonia y nuestros aliados de la OTAN. Continuaremos reforzando nuestras defensas», abundó Frederiksen.
Sus palabras fueron una prueba más de los muchos apoyos europeos recibidos por Tallin desde que se produjo la violación de su espacio aéreo, incluidos los de líderes gubernamentales, ministros de Asuntos de Exteriores o de jefes de Estado, como el francés Emmanuel Macron, o de los vecinos bálticos, el letón Edgars Rinkevics y el lituano Gitanas Nauseda.
El «vacío» que dejó Trump
A la espera de que lleguen eventualmente medidas de seguridad añadidas, al otro lado del Océano Atlántico, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha manifestado su rechazo al comportamiento de los cazas rusos y se ha referido a que un incidente así puede ser «un gran problema».
Para Loss, sin embargo, mayor es el problema del «vacío» geopolítico que ha dejado Estados Unidos en Europa por su limitado interés en el Viejo Continente.
«Los líderes europeos no han sido capaces de rellenar ese vacío, ya sea en términos de capacidad o de determinación. Si esto no se corrige, creo que veremos más incidentes y estos, en un momento, podrían escalar hacia algo más serio», concluyó el experto del ECFR. EFE
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