Destacados opositores tunecinos encaran un polémico juicio por complot contra el Estado
Túnez, 3 mar (EFE).- Cuarenta figuras del mundo político, económico y mediático de Túnez afrontan acusaciones de complot contra el Estado en un controvertido juicio que comienza este martes e implica a destacados opositores que denuncian «persecución».
La Sala Quinta del Tribunal de Primera Instancia de Túnez, especializado en expedientes antiterroristas, juzga este caso que mantiene en prisión preventiva desde hace dos años, por encima de los 14 meses que permite la ley, a renombrados disidentes de todo el espectro político tunecino, desde islamistas a laicistas, socialistas y de centroizquierda.
Los acusados declararán en remoto y hasta mañana martes no se determinará si la vista será abierta al público y a los medios de comunicación, como pidieron la semana pasada los detenidos en misivas escritas desde la cárcel que leyeron sus familiares.
Parte de los acusados son Issam Chebbi, líder del Partido Republicano; el constitucionalista Jaouhar Ben Mbarek; el exdirigente de Ennahdha, Abdelhamid Jelassi; el empresario Kamel Eltaïef; y los activistas políticos Khayam Turki y Chaima Issa.
Issa, la única liberada después de cinco meses y con prohibición de viajar, adelantó en declaraciones a EFE que tienen «miedo» pero mantienen la «esperanza» ante este proceso judicial que según la defensa carece de pruebas inculpatorias.
«Nos enfrentamos a un sistema opaco, a un poder que no escucha, que no reacciona y que se niega a rendir cuentas. Aun así, mantenemos la esperanza», dijo.
La instrucción comenzó en 2023 tras una comida en casa de Turki que reunió a diferentes activistas para intentar unificar a la oposición contra la deriva que consideran tomó Túnez tras el acaparamiento de poderes por parte del presidente, Kais Said, en julio de 2021.
En febrero de 2023, se emitieron órdenes de detención contra los que asistieron a la comida y la instrucción alcanzó a un total de cuarenta personalidades, algunas de las cuáles huyeron de Túnez y serán mañana juzgados «in absentia», como la exdiputada y activista feminista Bochra Belhaj Hmida.
El pasado viernes, el periodista Riadh Jerad reveló en el canal Attessia un documento que supuestamente incrimina a los acusados, incluyendo un manuscrito encontrado en el teléfono de Khayam Turki.
Según la abogada Dalila Ben Mbarek, que considera todo el proceso «un caso fabricado», este último documento muestra una hoja de ruta para organizar una conferencia de diálogo nacional «y no un plan para derrocar al Gobierno», como se calificó.
Además, el comunicador difundió más tarde en directo una supuesta transcripción del manuscrito que en realidad consistía en un texto atribuido al partido islamista Al Karama publicado el 30 de diciembre 2022.
Ante estas revelaciones, el equipo de la defensa planea denunciar al periodista por «falsificación de pruebas y difamación», adelantó a EFE.
Otro aspecto controvertido del juicio es que los acusados no estarán físicamente presentes en el tribunal por razones de seguridad, lo que genera preocupación a la defensa sobre la equidad del proceso.
La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió recientemente al Gobierno de Túnez liberar a decenas de personas que se encuentran en detención arbitraria en el país.
Organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, alertan de un deterioro de los derechos y libertades conseguidos durante la transición democrática desde que Said cambiara el sistema político en el que fue reelegido el año pasado con más del 70% de abstención.
La coalición opositora Frente de Salvación Nacional (FSN), a la que están vinculados varios de los acusados, hizo un llamamiento para mañana a las 9:00 GMT frente al tribunal con el fin de denunciar las irregularidades de este proceso judicial. EFE
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