Suiza firma un controvertido paquete de ayudas para reconstruir Ucrania
En la Conferencia sobre la Recuperación de Ucrania celebrada en Roma, Suiza acaba de firmar un acuerdo bilateral con Ucrania. Este acuerdo —que incluye contratos vinculantes para que empresas suizas participen en la reconstrucción de Ucrania— ha sido muy criticado.
El acuerdo establece un marco jurídico para que el sector privado suizo participe en la reconstrucción y recuperación de Ucrania. El Gobierno suizo se ha comprometido a destinar 1.500 millones de francos suizos (1.900 millones de dólares). De esa cantidad 500 millones se destinarán específicamente a empresas privadas suizas.
La conferencia —celebrada el 10 y 11 de julio— reunió a 100 delegaciones oficiales, 40 organizaciones internacionales y bancos de desarrollo.
En la ceremonia de la firma, el delegado del Consejo Federal (Gobierno) suizo para Ucrania, Jacques Gerber, declaró que el acuerdo bilateral es «un paso importante para una implicación mayor de las empresas suizas en la recuperación de Ucrania».
Today at #URC2025Enlace externo, I had the honour to sign a bilateral agreement with 🇺🇦 @Svyrydenko_YEnlace externo to strengthen cooperation on reconstruction. The agreement allows Ukraine to procure 🇨🇭 goods & services — an important step for the closer involvement of CH’s companies in UA’s recovery. pic.twitter.com/938gEEQ49fEnlace externo
— Jacques Gerber (@jacquesgerberch) July 10, 2025Enlace externo
El acuerdo se financiará a través de los fondos de cooperación internacional de Suiza, gestionados por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) bajo la dirección del Ministerio de Asuntos Exteriores. Forma parte de un plan para reconstruir Ucrania que comenzó en 2022 y que durará 12 años.
El plan ha suscitado críticas a nivel nacional e internacional. Quienes lo critican sostienen que Berna está desviando fondos destinados a la cooperación y la ayuda internacionales. Esta preocupación se ha visto acentuada por los recientes y profundos recortes de Suiza en el presupuesto global de ayuda exterior.
El acuerdo, además, estipulaEnlace externo que Ucrania debe presentar una lista de bienes y servicios basada en sus necesidades de reconstrucción que exige a Suiza. Estos bienes y servicios se adquirirán a empresas privadas suizas.
Desde la década de 1980, en los contratos de ayuda exterior y cooperación al desarrollo se ha ido eliminando este enfoque conocido como «ayuda ligada». En general, se considera que la ayuda ligada es menos eficaz porque tiende a priorizar los intereses del país donante sobre las necesidades de los beneficiarios y a reducir el impacto global de la ayuda.
«La cooperación suiza al desarrollo está volviendo a una mala práctica que abolió en los años ochenta», dice Laurent Matile, asesor de Alliance Sud que trabajó anteriormente en la SECO. El acuerdo tiene que ratificarlo el Parlamento suizo, pero todavía no se ha fijado la fecha para la votación.
¿Apoyo a Ucrania a costa de otros?
Ya en 2022, al organizar en Lugano la primera Conferencia para la Recuperación de Ucrania, Suiza se situó a la vanguardia de los esfuerzos internacionales para recuperar Ucrania. La conferencia estableció los Principios de Lugano, que hacen hincapié en un enfoque de la recuperación basado en «toda la sociedad», implicando no solo a los gobiernos y las organizaciones internacionales, sino también al sector privado.
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Conferencia suiza para la recuperación de Ucrania
Las necesidades de recuperación de Ucrania incluyen reconstruir infraestructuras, retirar minas terrestres y limpiar el medioambiente. Según las estadísticasEnlace externo que el Gobierno ucraniano, el Grupo del Banco Mundial, la Comisión Europea y las Naciones Unidas publicaron en diciembre de 2024, el coste total estimado de recuperar y reconstruir Ucrania durante la próxima década asciende a 524.000 millones de dólares (417.000 millones de francos suizos).
En 2023 Suiza prometió 100 millones de francos para apoyar los esfuerzos de desminado y recuperación en las zonas civiles ucranianas. Ucrania es actualmente el país más minado del mundo, con minas terrestres que afectan al 40 % de su territorio, según el Centro de Análisis de Políticas Europeas —Center for European Policy Analysis (CEPA)Enlace externo—.
La recuperación implica restablecer los medios de subsistencia, la estabilidad social y el bienestar general de la población ucraniana.
La reconstrucción se centra en rehacer las infraestructuras físicas, como carreteras, sistemas energéticos, etc., y los bienes dañados o destruidos por la guerra. La reconstrucción forma parte de la recuperación.
El verano pasado, Suiza incrementó todavía más su apoyo a recuperar Ucrania. AnuncióEnlace externo que «el sector privado suizo debería desempeñar un papel clave en los esfuerzos de recuperación de Ucrania», y comprometió 5.000 millones de francos durante 12 años a partir de 2025. El primer tramo de 1.500 millones de francos se asignará entre 2025 y 2028, con 500 millones específicamente destinados a la participación del sector privado suizo. Este anuncio llega en un momento delicado para Suiza.
En diciembre de 2024, el Parlamento votó a favor de recortar la financiación de la cooperación internacional: 110 millones de francos menos para 2025 y 321 millones para el periodo 2026-2028. Aunque Suiza no hace público su presupuesto anual de ayuda exterior, el Parlamento ha limitado el gasto global a 11.270 millones de francos suizos para el periodo 2025-2028. El 15 % de esa cantidad se destina a la recuperación de Ucrania.
Esto significa que «Suiza no está asignando dinero adicional, sino reduciendo el apoyo a otros países para ayudar a Ucrania», afirma Kristina Lanz, experta en cooperación internacional de Allianz Sud, la organización que agrupa a las seis principales ONG suizas de desarrollo.
Sobre la base de que los proyectos deben tener un «impacto en el desarrolloEnlace externo», como ofrecer programas de formación profesional para mejorar la empleabilidad y los ingresos de la juventud en el país receptor, la SECO justificó que el presupuesto de cooperación al desarrollo se use para financiar empresas privadas.
Lanz dice que el apoyo de Suiza a Ucrania «debería ser adicional y no a expensas de su apoyo a otros países». Y, sin dar más detalles, sostiene que la inversión privada debería movilizarse a través de otros instrumentos políticos.
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Polémica por la «ayuda ligada»
El acuerdo también vuelve a poner en el foco las polémicas cláusulas de la «ayuda ligada». Se trata de un cambio de rumbo en la política exterior de Suiza, que desde hace tiempo viene prestando ayuda oficial al desarrollo sin condiciones, es decir, sin que su ayuda esté vinculada a adquirir bienes y servicios de Suiza.
La ayuda ligada, popular hace unos 40 años, se fue abandonando en medio de las críticas internacionales que culpaban a estas cláusulas de inflar el coste de los bienes y servicios para el país receptor. Los estudiosEnlace externo demuestran que, de media, pueden ser entre un 15 y un 30 % más caras que la ayuda incondicional.
El modelo de ayuda que ha promovido Suiza para reconstruir y recuperar Ucrania difiere significativamente de muchas iniciativas similares. El pasado mes de junio, por ejemplo, la UE firmó nuevos acuerdos de garantía y subvención por valor de 1.400 millones de eurosEnlace externo en beneficio de las empresas privadas ucranianas. El objetivo de la financiación es mejorar el acceso de las empresas a la financiación, permitirles invertir en capacidad de producción y ayudarles a restablecer sus operaciones y reubicarse fuera de las zonas de conflicto.
La Unión Europea también ha prestado un apoyo sustancial a Ucrania, incluido un paquete de ayuda macrofinanciera por valor de hasta 35.000 millones de euros. Este préstamo se reembolsará con los beneficios que han generado los activos estatales rusos congelados en la UE. Con esta financiación se pretende hacer frente a las urgentes necesidades presupuestarias de Ucrania y apoyar sus esfuerzos militares y de reconstrucción. El préstamo no está restringido a fines específicos. Esto le permite a Ucrania asignar los fondos como considere oportuno.
Aunque Ucrania tiene voz y voto en el diseño del tratado bilateral suizo que estipula que el país identificará sus necesidades de reconstrucción y presentará una lista de bienes y servicios que requiere de Suiza, «no tiene elección en cuanto al tipo de ayuda que recibirá», cuentan Lanz y Matile en una crónicaEnlace externo publicada en el sitio web de Allianz Sud.
«La ayuda condicionada, por definición, reduce la libertad de elección y de propiedad del país beneficiario, y conlleva el riesgo de expulsar del mercado a las empresas ucranianas, lo que es contrario a los principios de una ayuda económica eficaz», explica Matile a Swissinfo.
El Gobierno suizo, en su declaraciónEnlace externo, subraya que sectores como la energía, el transporte, la maquinaria, la construcción, el suministro de agua y la prevención de catástrofes son fundamentales para reconstruir Ucrania, y son áreas en las que las empresas suizas ofrecen una gran experiencia.
Según datos de la OCDEEnlace externo, el 97,3 % de la ayuda suiza al desarrollo actualmente está desvinculada, una cifra muy superior a la media del Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE (el 79,9 %).
Sin embargo, en un informe de revisión paritaria sobre la cooperación suiza al desarrolloEnlace externo publicado en junio, el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE criticó explícitamente a Suiza por las cláusulas de ayuda ligada en sus planes de apoyo para reconstruir Ucrania.
«El programa de ayuda parcialmente vinculada previsto para Ucrania corre el riesgo de socavar el prestigio de Suiza», afirma el informe, que añade que «Suiza debería asegurarse de que su próximo programa en Ucrania no esté vinculado».
A la pregunta de por qué el Gobierno suizo decidió adoptar este enfoque en su ayuda a Ucrania, Markus Spörndli, asesor de comunicación del delegado del Consejo Federal para Ucrania, reconoce a Swissinfo que la situación en Ucrania es «un caso especial» y establece cierto paralelismo con el Plan Marshall, una iniciativa estadounidense lanzada en 1948 para proporcionar ayuda económica a Europa Occidental tras la Segunda Guerra Mundial.
Spörndli añade que la ayuda al desarrollo no condicionada sigue siendo la norma de la cooperación suiza al desarrollo.
¿Suiza debería hacer más?
La conferencia se ha celebrado después de que, en marzo, Estados Unidos decidiera recortar su ayuda humanitaria a Ucrania, haciendo recaer en los países europeos una mayor carga financiera.
Los países escandinavos y el Reino Unido han aumentado significativamente su apoyo a Ucrania, según la última actualizaciónEnlace externo del rastreador de la ayuda a Ucrania (Ukraine Support Tracker) del Instituto Kiel para la Economía Mundial de Alemania.
A 31 de mayo de 2025, Suiza había aportado unos 5.160 millones de francos para apoyar a la población ucraniana, incluidas las personas refugiadas en la nación alpina.
En términos de ayuda bilateral total, con 935 millones de euros (870 millones de francos suizos) de asignación gubernamental, Suiza ocupa el puesto 18 de 41 paísesEnlace externo en el rastreador de ayudas Kiel Ukraine Support Tracker. Si la ayuda bilateral se considera como porcentaje del PIB de los países donantes, sin embargo, Suiza ocupa el puesto 27.
«Suiza podría y debería hacer más para apoyar a Ucrania», afirma Lanz.
En marzo la Cámara de Representantes rechazó las propuestas de vincular la ayuda a Ucrania a los resultados económicos, medidos en términos de PIB.
Editado por Virginie Mangin. Adaptado del inglés por Lupe Calvo / CW.
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