Diputados franceses rechazan la propuesta de impuesto sobre el patrimonio de las grandes fortunas
La Cámara Baja francesa rechazó el viernes un impuesto sobre el patrimonio propuesto por la izquierda, que ha amenazado con tumbar el gobierno si no se incluye en los presupuestos un gravamen a los más ricos.
Francia se encuentra bajo presión para aprobar los presupuestos antes de que finalice el año, con el fin de controlar su déficit y su creciente deuda, pero los esfuerzos se han visto obstaculizados por un estancamiento político.
Un bloque de izquierda formado por los partidos socialista, comunista y los ecologistas, junto con la formación de extrema izquierda La Francia Insumisa, propuso la llamada «tasa Zucman», consistente en imponer con un 2% anual los patrimonios superiores a 100 millones de euros (115 millones de dólares).
Sin embargo, los diputados de la Asamblea Nacional rechazaron la medida el viernes por la noche, con 228 votos en contra y 172 a favor.
«Su intransigencia le está llevando por el camino equivocado», declaró el diputado socialista Boris Vallaud, dirigiéndose al primer ministro Sébastien Lecornu, presente en la votación del viernes.
«Desde que estamos en esta cámara, no ha habido el más mínimo compromiso», afirmó Vallaud.
Por su parte, Lecornu expresó su «profundo desacuerdo» con la propuesta del impuesto sobre el patrimonio, afirmando que no existe ningún «impuesto milagroso».
Laurent Wauquiez, líder parlamentario del partido conservador Los Republicanos (LR), acogió con satisfacción la votación y afirmó que el impuesto «destruiría puestos de trabajo y la actividad económica».
Lecornu, el tercer primer ministro del país en poco más de un año, prometió sacar adelante unos presupuestos, después de que el Parlamento hiciera caer a sus dos predecesores por las propuestas de recorte de gastos.
El primer ministro evitó la censura de su gobierno a principios de este mes al aceptar suspender una reforma de las pensiones muy impopular bajo la presión de los socialistas.
Francia se encuentra sumida en un estancamiento político desde que el presidente Emmanuel Macron convocó el año pasado elecciones legislativas anticipadas con la esperanza de consolidar su poder.
Sin embargo, su bloque centrista perdió la mayoría, la extrema derecha ganó escaños y el Parlamento quedó dividido.
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