Suiza quiere evitar quedarse a oscuras y pasando frío
El riesgo de una escasez de energía no perdona ni siquiera a uno de los países más ricos del mundo. Suiza, que depende en gran medida de países extranjeros para cubrir sus necesidades energéticas, está buscando protegerse. Aquí están las respuestas a las principales preguntas sobre el suministro eléctrico, su dependencia del gas ruso y las soluciones para afrontar el invierno.
¿Suiza es energéticamente autosuficiente?
No. La generación de electricidad interna solo representa alrededor del 25% de las necesidades energéticas. El 75% restante se importa en forma de petróleo crudo, productos petrolíferos, gas y carbón.
En la comparativa europea, Suiza se encuentra entre los países con menor grado de autosuficiencia energética, como se muestra en el siguiente gráfico:
¿De dónde proviene la electricidad que se consume en Suiza?
Las 682 centrales hidroeléctricas de la Confederación Helvética suministran más de la mitad de la electricidad generada en Suiza (61,5% en 2021). El resto procede de las cuatro centrales nucleares (28,9%), de centrales térmicas convencionales (3,6%) y de fuentes renovables como el sol y el viento (6%).
Suiza produce más de lo que consume durante los meses de verano. En invierno, cuando baja la producción hidroeléctrica, tiene que importar electricidad de los países vecinos, principalmente Francia y Alemania.
¿Qué importancia tiene el gas ruso para Suiza?
Suiza no dispone de yacimientos de gas explotables y depende totalmente de las importaciones. El gas representa alrededor del 15% del consumo nacional de energía (en la Unión Europea es del 22%) y aproximadamente la mitad procede de Rusia.
En Suiza, el gas natural se utiliza principalmente para la producción de calor y durante el invierno calienta alrededor de uno de cada cinco hogares.
¿Por qué se habla de una posible escasez de energía en invierno?
En cuanto a la energía eléctrica, la posibilidad de una escasez invernal no es nada nuevo. Suiza no forma parte de la Unión Europea y tras el fracaso del acuerdo marco con Bruselas se teme que la UE cierre el grifo de la electricidad si empieza a escasear.
Este año, el riesgo de insuficiencia se ve agravado por el aumento generalizado de los precios de la energía, el cierre obligado de casi la mitad de los reactores nucleares en Francia (que suministran electricidad a Suiza durante el invierno) y la sequía prolongada. Se suman el bajo nivel de los ríos, la ausencia de nevadas en las montañas y las escasas lluvias, lo que ha reducido las reservas de agua en muchas cuencas hidroeléctricas.
La disminución del suministro de gas ruso a Europa también podría repercutir indirectamente sobre la electricidad en Suiza. De hecho, países como Alemania podrían limitar las exportaciones de energía eléctrica producida por sus centrales de gas.
En cuanto al gas, la amenaza de escasez está directamente relacionada con la guerra en Ucrania. Suiza no tiene instalaciones propias de almacenamiento de gas y, como se mencionó, depende completamente de las importaciones. La escasez en Europa también se sentiría en Suiza.
Lea: «El próximo invierno Europa tendrá dificultades para prescindir del gas ruso»
¿Suiza corre realmente el riesgo de quedarse sin electricidad y gas?
Las advertencias son mixtas. Werner Luginbühl, presidente de la Comisión Federal de Electricidad, no descarta que haya cortes en el suministro eléctrico por varias horas y aconsejó a la población abastecerse de velas y leña. Por su parte, el ministro de Economía suizo, Guy Parmelin, pidió tranquilidad e instó a «no dramatizar». Lo que es seguro es que la cantidad de electricidad disponible en Suiza este invierno será menor que en el pasado y que dependerá en gran medida de la producción nuclear en Francia, del suministro de gas ruso y de las condiciones meteorológicas.
Sin embargo, Léonore Hälg de Swiss Energy Foundation no está preocupada. «Puede haber momentos en los que el suministro no esté pleno al 100 % en todo el país, pero no temo las repercusiones en la vida cotidiana», dijo a swissinfo.ch. “Sin embargo, todo depende de lo que pase en Europa, incluso para el gas”.
Mientras tanto, desde los hogares se apresuran a cubrirse. Las ventas de grupos electrógenos y centrales eléctricas de emergencia han aumentado significativamente.
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Soluciones suizas para almacenar la energía del mañana
¿Cuáles son las soluciones del Gobierno suizo para evitar la escasez de gas en invierno?
El Consejo Federal ha lanzado un programa de almacenamiento de gas en países vecinos y ha fijado un objetivo de ahorro voluntario del 15% para el semestre de invierno, replicando lo que ha hecho la UE. Se exhorta especialmente a empresas y hogares a reducir la temperatura de sus habitaciones. Un grado menos permitiría un ahorro de gas del 5-6%. El cambio voluntario de los sistemas de generación de calor a doble combustible, utilizando petróleo en lugar de gas natural, permitiría un mayor ahorro.
En caso de insuficiencia de gas, el gobierno podría imponer restricciones y prohibiciones sobre ciertos usos. En primer plano están las disminuciones de la temperatura ambiente (a 19 °C) y de la temperatura del agua (a 60 °C), especialmente en el lugar de trabajo y si es necesario también en los hogares. En última instancia, habría un régimen de cuotas que afectaría a todos los consumidores, con la excepción de los clientes protegidos, es decir, los hogares y los servicios sociales básicos, como los hospitales. El 31 de agosto se enviaron dos ordenanzas a tal efecto para su consulta a los círculos interesados.
¿Qué pasa con la electricidad?
El Ejecutivo tiene previsto crear una reserva hidroeléctrica para hacer frente a cualquier dificultad hacia el final del invierno. Sin embargo, no excluye acudir al recurso de centrales eléctricas de petróleo.
Al igual que con el gas, Suiza aspira a una reducción voluntaria del consumo de electricidad. El 31 de agosto, el Consejo Federal (Gobierno) presentó una campaña de concientizaciónEnlace externo dirigida a la población y al empresariado. Una lista amplia de consejos muestra cómo ahorrar electricidad, gas, fuel y otros recursos de energía de forma sencilla. «La energía es escasa, no la desperdiciemos. Todas las personas podemos contribuir para que sea suficiente para todos», dijo Simonetta Sommaruga, ministra del Medio Ambiente, Transporte, Energía y Comunicaciones.
Según el programa federal Swiss Energy, el potencial de ahorro es enorme. Adoptando pequeñas medidas, como apagar la televisión en lugar de dejarla en modo de espera, los hogares podrían ahorrar hasta un 50% de electricidad. Incluso en el sector terciario -que es el que más electricidad consume en Suiza- existe un gran potencial de ahorroEnlace externo: las oficinas y los comercios podrían reducir su consumo en un tercio evitando el derroche en iluminación, calefacción y ventilación.
En el peor de los escenarios, no se pueden descartar cuotas y, como último recurso, cortes temporales de electricidad, incluso en los hogares.
A largo plazo, el gobierno quiere aumentar la producción autóctona de electricidad renovable centrándose especialmente en la fotovoltaica. Sin embargo, el futuro del suministro eléctrico del país aún está por escribirse. Un comité de políticos burgueses y empresariales acaba de anunciar el lanzamiento de una iniciativa popular que pide el levantamiento de la prohibición de construir nuevas centrales nucleares en Suiza.
¿Cómo se están preparando los demás países?
A diferencia de Suiza, algunos países europeos ya han anunciado restricciones y prohibiciones para reducir el consumo de gas y electricidad. Alemania prevé prohibir la iluminación exterior de edificios y monumentos históricos. La temperatura en los edificios públicos no residenciales no puede superar los 19°C. También está prohibido calentar las piscinas.
España ha impuesto el apagado de las luces de los comercios durante la noche, mientras que Francia prohibirá la publicidad luminosa, al tiempo que se prepara para el racionamiento de la electricidad en las empresas. En Italia aún no se han tomado decisiones definitivas (el nuevo gobierno lo hará después de las elecciones del 25 de septiembre), pero no se descartan restricciones a la calefacción, reducción del alumbrado público nocturno y el cierre más temprano de los comercios.
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Adaptado del italiano por Norma Domínguez
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