El armenio-azerbaiyano es segundo conflicto más importante de 2023, según ONG
Moscú, 3 ene (EFE).- El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán es el segundo más importante de 2023, después del de Ucrania, considera el centro analítico International Crisis Group (ICG).
«Si la guerra en Ucrania ha repercutido en las crisis de todo el mundo, su impacto ha sido especialmente palpable en el Cáucaso Sur», señala el ICG, una organización independiente fundada en 1995 en un informe sobre los 10 principales conflictos de los que el mundo ha de estar pendiente este año.
El centro analítico advierte de que «dos años después de su última guerra por Nagorno Karabaj, Armenia y Azerbaiyán parecen encaminarse hacia otra confrontación».
«Una nueva guerra sería más corta pero no menos dramática que el conflicto de seis semanas de 2020» en el que murieron más de 7.000 militares y que acabó con la victoria de Azerbaiyán, asegura la ONG.
Desde entonces, la balanza se ha inclinado aún más a favor de Bakú, agrega, y señala que el ejército armenio no ha podido reabastecer su Ejército, ya que Rusia, su tradicional proveedor de armas, tiene escasez de suministros.
«Azerbaiyán, por el contrario, ha ido creciendo. Su ejército supera varias veces al de Armenia, está mucho mejor equipado y cuenta con el respaldo de Turquía», indica el ICG.
Además, una mayor demanda de gas azerbaiyáno por parte de Europa «también ha envalentonado a Bakú».
El ICG indica que Rusia, que ha desplegado tropas de paz en la región tras la guerra de 2020, no pudo detener varios brotes de violencia el año pasado.
«Las tropas azerbaiyanas en marzo y agosto (de 2021) capturaron más territorio en Nagorno Karabaj, incluidas posiciones montañosas estratégicas», recuerda.
Y en septiembre del mismo año las fuerzas azerbaiyanas «tomaron territorios dentro de la propia Armenia», siendo cada ataque progresivamente más sangriento».
«La guerra en Ucrania también ha ensombrecido las conversaciones de paz», señala la ONG, que recuerda que Moscú ha tendido históricamente a liderar los esfuerzos de paz en el conflicto por Nagorno Karabaj.
Inicialmente, el acuerdo de alto el fuego mediado por Moscú suponía vía libre para restaurar el comercio en la región, incluso mediante el restablecimiento de una ruta directa a través de Armenia desde Azerbaiyán hasta su exclave Najicheván, en la frontera con Irán.
El restablecimiento de las comunicaciones, rotas a finales de los años ochenta, según se creía, permitiría allanar el camino para llegar a un acuerdo sobre la espinosa cuestión del futuro de Nagorno Karabaj.
El ICG opina que, después de la guerra de 2020, Ereván abandonó su demanda de décadas de un estatus especial para Nagorno Karabaj, pero todavía quiere derechos especiales y garantías de seguridad para los armenios que viven allí, mientras Bakú argumenta que los armenios locales pueden disfrutar de derechos como cualquier ciudadano azerbaiyano.
«A finales de 2021, Moscú aceptó una nueva mediación dirigida por la Unión Europea entre Armenia y Azerbaiyán, con la esperanza de que reforzaría el proceso de paz de Rusia, que había avanzado poco», agrega.
Sin embargo, desde que comenzó la campaña militar en Ucrania, Moscú ve la diplomacia de la UE como parte de esfuerzos más amplios para frenar la influencia de Rusia.
«Como resultado, circulan dos borradores de acuerdo (de paz): uno preparado por Rusia y otro que Armenia y Azerbaiyán han desarrollado con el respaldo de Occidente (muchas secciones de los cuales contienen textos completamente opuestos)», dice.
Cada borrador hace énfasis en el comercio y la estabilización de la situación en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán, dejando el destino de los armenios en Nagorno Karabaj sujeto a un proceso aparte.
«La vía bilateral apoyada por Occidente es probablemente más prometedora, en parte porque es de cosecha propia, aunque no está claro cómo respondería Moscú si se llega a un acuerdo. En cualquier caso, los dos lados están muy separados» indica el análisis.
El ICG subraya que Bakú tiene todas las cartas a su favor, pero ganaría más con un acuerdo, especialmente en términos de comercio y relaciones exteriores, que por la vía militar.
A la vez, los expertos del centro temen que «las conversaciones no lleguen a ninguna parte o que otro estallido (de violencia) hunda tanto el camino liderado por Moscú como el respaldado por Occidente» y Azerbaiyán «tome lo que pueda por la fuerza». EFE
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