El cardenal húngaro Péter Erdő, moderado pero cercano a Orbán
Budapest, 27 abr (EFE).- El cardenal húngaro Péter Erdő, de 72 años, emerge como papable con un perfil que combina moderación en el dogma, prestigio teológico y capacidad para dialogar con distintas corrientes dentro de la Iglesia.
Erdő, primado de Hungría y arzobispo de Esztergom-Budapest, es una de las figuras más influyentes de la Iglesia Católica en Europa, pero ha sido criticado por su cercanía con el Gobierno ultranacionalista de Viktor Orbán.
Nacido el 25 de junio de 1952 en la capital húngara, el arzobispo húngaro ya era visto como un posible candidato a papa en 2013 y, en general, es considerado un moderado, alineado con las enseñanzas tradicionales de la Iglesia, pero abierto al diálogo.
Erdő es indudablemente conservador, pero moderado, y no rechaza de plano las ideas «progresistas» dentro de la iglesia católica, asegura el portal ATV citando fuentes cercanas al cardenal.
Durante su tiempo al frente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa Erdő jugó un papel fundamental en la coordinación de la Iglesia en el continente, promoviendo el diálogo interreligioso y la defensa de los valores cristianos en la esfera pública.
Además, fue relator general en dos sínodos clave bajo el pontificado de Francisco: el de la Familia en 2014 y el de la Evangelización en 2015, lo que reforzó su proyección en el Vaticano.
Inmigración y homosexualidad
En temas como la inmigración su postura ha evolucionado: en 2015, durante la crisis migratoria en Europa, advirtió de que la Iglesia no debía promover la inmigración ilegal, aunque luego matizó su posición tras la petición del papa Francisco a acoger refugiados.
Erdő rectificó entonces su postura y afirmó en una carta enviada al papa que seguía su llamamiento en la «dirección correcta» de «acoger y ayudar a los refugiados».
La Conferencia Episcopal Católica de Hungría, de la que Erdő forma parte, aseguró a finales de 2023 que las personas homosexuales pueden ser bendecidas, pero «siempre debe evitarse la bendición de las parejas del mismo sexo».
El purpurado mantiene, como muchos líderes eclesiásticos de Hungría, buenas relaciones con el Gobierno de Orbán, que apoya generosamente a las iglesias históricas no solo en su labor religiosa, sino también educativa.
El arzobispo participó en 2023 en la reunión tradicional y anual del partido gubernamental de Orbán, el Fidesz, en la localidad de Kötse, lo que tuvo mucho eco en la prensa independiente.
«Péter Erdő siempre fue el guardián de la independencia de la Iglesia Católica frente a la política partidista. Eso terminó con su participación en el encuentro de Kötse», sostuvo el portal católico reformista Szemlelek.
Un brillante teólogo
El joven Erdő estudió teología durante el régimen comunista y se ordenó sacerdote el 18 de julio de 1975, trabajando durante los dos siguientes años como vicario parroquial de la ciudad de Dorog, a unos 40 kilómetros al norte de Budapest.
Más tarde obtuvo su doctorado en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. Ha sido profesor en varias universidades católicas de Hungría y Europa, además de rector de la Universidad Católica Pázmány Péter (1998-2003).
También es miembro de la Academia Húngara de Ciencias y ha participado en la redacción de leyes sobre libertad religiosa y acuerdos entre la Santa Sede y Hungría. Tiene el título de doctor «honoris causa» por varias universidades, entre ellas las de Navarra, la católica de París o la Ludwig-Maximilian de Múnich.
En 1999, fue nombrado obispo auxiliar de Székesfehérvár, y en 2002, Juan Pablo II lo designó arzobispo de Esztergom-Budapest, la sede primada de Hungría.
Cardenal desde 2003
En 2003, con tan solo 51 años, pasó a ser cardenal, entonces uno de los más jóvenes del Colegio Cardenalicio.
Erdő participó, tras la muerte de Juan Pablo II, en el cónclave de 2005 donde fue elegido Joseph Ratzinger como Benedicto XVI.
Cuando Benedicto XVI renunció a su cargo en 2013 el nombre de Péter Erdő figuró como uno de los purpurados «papables».
El arzobispo habla latín, español, inglés, alemán, italiano y francés.EFE
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