El horror social de Mariana Enríquez llega a los escenarios de Madrid en forma de teatro
Irene Escudero
Madrid, 5 nov (EFE).- El terror y el horror social del universo de la escritora argentina Mariana Enríquez llega esta semana a los escenarios madrileños con la adaptación teatral de ‘Las cosas que perdimos en el fuego’, donde se busca, desde lo corporal, generar miedo y sensaciones desde las proyecciones del espectador.
«Hay algo en el texto de Mariana que me hizo pensar que podría llevarse al teatro, que tiene que ver con lo corporal, con la oportunidad para los actores de meterse en ese mundo y de los espectadores de percibirlo, ya no en su diálogo con el texto, sino al ver un cuerpo sufrir esa situación», explica a EFE el uruguayo Leonel Schmidt, director de la obra homónima de la novela de relatos cortos.
La obra, que fue presentada en Uruguay y ya ha girado por Argentina, llega por primera vez a España como parte del 43º Festival de Otoño de Madrid y estará en los Teatros del Canal del 7 al 9 de noviembre.
«La propuesta de Mariana es desde una violencia muy corporal y ahí reside la diferencia con otros escritores y escritoras de terror. Todo lo que propone es sobre el propio ser humano; sus monstruos son muy humanos y eso es lo que creo que es interesante», expresa Schimdt.
El proceso fue «desafiante», dice el guionista. Los textos de Enríquez están llenos de descripciones, se basan en la atmósfera y carecen de largos diálogos, lo que dificulta la adaptación teatral. Pero en ellos el cuerpo es central; y es la herramienta central del teatro.
«El terror de Mariana, que es un terror específico, significa que como director tenía que renunciar a ciertas construcciones que uno hace de lo que es el teatro para que se encontraran de alguna forma la narrativa y el teatro. Y funcionase», explica.
Schimdt aprendió que los textos también se basan en los silencios, en proponer sin definir, y en que el lector ponga sus propios miedos en la recreación de los escenarios, y precisamente basa la puesta en escena en ese miedo proyectado del espectador.
Al final, la propia Enríquez dio el visto bueno y avaló la obra, que toma seis de los cuentos del libro, incluido el que le da nombre y ‘Chico sucio’. » Estuvo presente, pero fue muy clara al decir que no quería incidir en el proceso porque no conocía el lenguaje teatral. Fue un acompañamiento, cuando ella dio su devolución hice algún ajuste, pero muy mínimo porque realmente se mostró como muy atenta y contenta con el resultado escrito».
Una edición muy latinoamericana
El Festival de Otoño trae en esta edición a Madrid muchas obras latinoamericanas, ya sean con años en los escenarios de sus países, como ‘Labio de liebre’ (Colombia) o ‘Historia de amor’ (Chile), o de nueva creación, como esta o el estreno absoluto del ‘Invencible verano de Liliana’, adaptado por el peruano Juan Carlos Fisher, sobre el libro en el que Cristina Rivera Garza narra el feminicidio de su hermana y que ganó un Pulitzer el año pasado.
«La idea básica de esta edición es esta apuesta en Hispanoamérica y que nos conozcan y conozcan las propuestas estéticas y las propuestas de contenido, con un contenido muy social», dice la directora creativa del festival, la mexicana Marcela Diez.
«Es muy bonito -prosigue- que ahora no solamente estén yendo producciones españolas a Hispanoamérica, sino que estén invitando, que estemos invitando, a sus producciones a venir a España». EFE
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