
El humo del tabaco roba a los niños 8,4 millones de años de vida saludable al año
Redacción Ciencia, 30 sep (EFE).- Los niños del mundo pierden conjuntamente cada año 8,45 millones de años de vida saludable debido al humo del tabaco que respiran, especialmente los que viven en regiones de ingresos medios y bajos, según un estudio presentado este lunes en el Congreso Europeo de Respiración de Ámsterdam (Países Bajos).
Durante la presentación, la autora principal, Siyu Dai, profesora en la Escuela de Medicina Clínica de la Universidad de Hangzhou (China) y miembro de honor de Investigación en el Departamento de Pediatría de la Universidad China de Hong Kong, recordó que el humo del tabaco provoca enfermedades y muertes prevenibles en niños y que «no hay un nivel seguro de exposición».
Los niños son «especialmente vulnerables al humo del tabaco que causa infecciones del pecho, enfermedades cardiovasculares, problemas de neurodesarrollo y asma» porque «sus cuerpos aún se están desarrollando» y porque «tienen poco control sobre sus propios entornos».
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición al humo de segunda mano causa 1,2 millones de muertes prematuras al año, 65.000 de ellas son niños menores de 15 años.
«Pero sabemos que muchos más niños sufrirán enfermedades causadas por el tabaco de otras personas a su alrededor, por lo que queríamos cuantificar este problema a nivel global y regional, para proporcionar evidencia para políticas de control del tabaco más precisas», advirtió Dai.
Estudio global
Para hacer el estudio -el primero global que examina el impacto del humo de segunda mano (SHS) en niños menores de 14 años-, los autores analizaron datos del Estudio de la Carga Global de Enfermedades, un gran proyecto internacional que rastrea muertes causadas por enfermedades, lesiones y factores de riesgo en todo el mundo.
Una de sus medidas clave es el año de vida ajustado por discapacidad (DALY), que representa la carga total de la enfermedad. En términos simples, un DALY equivale a un año de vida saludable perdido (ya sea por morir demasiado joven o vivir con enfermedad o discapacidad).
Al examinar los datos de más de 200 países y territorios, Dai estimó los años perdidos por el humo de segunda mano en las principales categorías de enfermedades de 1990 a 2021 en niños menores de 14 años y lo comparó con el Índice Socio-demográfico, que combina información sobre la economía, la educación y la tasa de fertilidad de los países de todo el mundo, como representación del desarrollo social y económico.
Descubrió que en 2021, la exposición al humo de segunda mano se vinculó a casi 8,45 millones de años de vida saludable perdidos debido a infecciones respiratorias y tuberculosis, especialmente en las zonas menos desarrolladas.
En concreto, la exposición al humo contribuyó a 3,79 millones de DALYs por infecciones respiratorias bajas (bronquitis aguda, neumonía), 0,8 millones por infecciones de oído y 3,86 millones por infecciones de pecho y tuberculosis a nivel mundial entre los niños.
Regiones más pobres
Los investigadores confirmaron que el humo del tabaco sigue siendo un riesgo grave para la salud de los niños en todo el mundo, pero es especialmente problemático en las regiones más pobres, donde las tasas de carga de enfermedad (medidas en DALYs) eran mucho más altas.
«El impacto del humo de segunda mano en la salud respiratoria de los niños sigue siendo grave, pero en algunas partes del mundo, los niños sufren aún más que en otras. Los que viven en regiones con un índice de desarrollo socioeconómico más bajo soportan una parte desproporcionada de esta carga de salud prevenible», advierte Dai.
Para Dai, estos datos muestran que en estos países hay menos conciencia pública sobre los peligros del humo de segunda mano, hogares más sobrepoblados y mal ventilados, y políticas de control del tabaco más débiles, unas condiciones «que llevan a una mayor exposición para los niños», relata.
«Los niños están perdiendo 8,4 millones de años de vida saludable, pero esto podría prevenirse si se los protegiera del humo de otras personas», apunta Dai.
Dai planea realizar análisis adicionales de la carga de enfermedad respiratoria relacionada con el SHS según la edad, el género y otros factores, para apoyar intervenciones más precisas y dirigidas en el futuro cercano.
A la vista de estos datos, Filippos Filippidis, presidente del comité de control del tabaco de la Sociedad Europea de Respiración, radicada en el Imperial College de Londres (Reino Unido) ha recomendado «promover leyes que limiten el consumo de tabaco en lugares donde los niños viven o van a la escuela y reducir el consumo de tabaco en todos los grupos de edad». EFE
ecg/cc