El independentista catalán Puigdemont permanecerá detenido en Alemania
El expresidente independentista catalán Carles Puigdemont permanecerá detenido en Alemania, hasta que se decida sobre una extradición a España, que lo busca por el delito de rebelión, informó el lunes el tribunal regional de Kiel
Puigdemont «permanecerá en detención hasta que sea adoptada alguna decisión relativa al proceso de extradición», indicó el tribunal, en el norte de Alemania donde fue detenido el domingo
La detención mientras se analiza el pedido de extradición es inapelable.
El líder independentista fue arrestado el domingo, poco después de haber ingresado en territorio alemán por la frontera con Dinamarca, en respuesta a una orden europea emitida por España que lo acusa del delito de rebelión.
El lunes Puigdemont compareció ante el tribunal de Neumünster, para luna audiencia con el propósito de verificar la identidad y resolver sobre si debía permanecer en prisión mientras se analiza el pedido de España.
Ahora el proceso pasa al tribunal regional de Kiel, que deberá decidir sobre el fondo del tema.
La justicia española había imputado el viernes por «rebelión» a Puigdemont y otros 12 independentistas catalanes y emitió seis órdenes de detención europeas.
El expresidente del gobierno regional catalán viajaba desde Finlandia de regreso a Bélgica, donde reside desde que huyó de España tras la fallida declaración de independencia de Cataluña el 27 de octubre.
El abogado de Puigdemont en España, Jaume Alonso Cuevillas, había dicho este lunes que la situación era delicada.
«Soy prudente y pienso que existen muchos elementos para ser optimista, pero tenemos que ser prudentes porque nos enfrentamos a una situación muy delicada», afirmó Cuevillas. «Es muy posible que no le dejen salir de Alemania», pronosticó.
– 60 días máximo –
Habrá que esperar hasta 60 días para que la justicia alemana zanje sobre el futuro de Puigdemont.
El gobierno alemán subrayó que se trataba de un procedimiento normal en la Unión Europea.
«Está en manos de tribunales competentes», dijo el portavoz de Angela Merkel, Steffen Seibert.
La justicia debe decidir si las infracciones por las que Puigdemont está imputado en España existen en el derecho alemán.
El político catalán está imputado de «rebelión», crimen que se castiga con hasta 30 años de cárcel en España, y desvío de fondos públicos.
La justicia española acusa a Puigdemont de haber organizado el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre a pesar de su prohibición y del «grave riesgo de incidentes violentos». Las imágenes de las duras cargas policiales de aquel día dieron la vuelta al mundo.
El intento de crear una república separada de España terminó con la pérdida temporal de la autonomía en Cataluña, controlada directamente por el gobierno español a raíz de aquella declaración unilateral de independencia.
Puigdemont había viajado a Finlandia, cuyas autoridades también recibieron la orden de detención europea emitida por la justicia española, para reunirse con diputados de este país y participar en un seminario en la universidad de Helsinki.
El expresidente catalán había viajado a Dinamarca en enero y a Suiza en marzo, sin sufrir ningún contratiempo.
Pero en esta ocasión los servicios de inteligencia españoles alertaron a sus homólogos alemanes. «Puigdemont fue detenido en Alemania gracias a una operación conjunta de la policía y del CNI» (Centro Nacional de Inteligencia español), indicó la policía alemana en un tuit, confirmado por la policía española.
– Protestas –
Tras conocerse la detención de Puigdemont, en Barcelona se organizaron manifestaciones que terminaron el domingo por la noche con altercados que dejaron 92 heridos leves, entre ellos 23 policías, según los servicios de emergencias de la región.
Unas 55.000 personas -según la policía municipal-, convocadas por la organización independentista Asamblea Nacional Catalana, desfilaron pacíficamente desde la delegación barcelonesa de la Comisión Europea hasta el consulado alemán, con pancartas donde reclamaban la «libertad de los presos políticos».
«Lo que nos están haciendo estos días es totalmente desmedido. Nos tratan como a criminales por querer la independencia. Ya no es cuestión de ideología sino de respeto a los derechos humanos», dijo, llorando, Rosa Vela, una profesora de 60 años.