
El juicio contra el vicepresidente de Sudán del Sur comienza mañana aún sin sede ni jueces
Yuba, 21 sep (EFE).- El juicio contra el vicepresidente primero de Sudán del Sur, Riek Machar, suspendido de su cargo y acusado de varios delitos, entre ellos terrorismo, comenzará mañana lunes, aunque se desconoce el lugar en el que se celebrará y la composición del tribunal.
El abogado defensor de Machar, Kur Lual Kur, aseguró a EFE este domingo que el líder opositor y la mayoría de los detenidos «se encuentran en buen estado de salud y mentalmente preparados para el proceso», tras visitarlos en la sede de la Seguridad Nacional, conocida como la Casa Azul, y en el centro de detención Tiger, en Yuba.
Los cargos contra Machar incluyen asesinato, conspiración, terrorismo, traición, destrucción de propiedad pública y crímenes de lesa humanidad, según el Gobierno sursudanés.
Kur evitó adelantar la estrategia de la defensa, pero insistió en que el equipo legal está «plenamente preparado», y confía en la profesionalidad de los jueces, aunque todavía no se ha confirmado cuántos magistrados llevarán el caso ni cuál será la sede del juicio.
El abogado evitó también pronunciarse sobre el trasfondo político, pero reconoció que «cualquier veredicto sobre Machar tendrá un impacto significativo en el frágil proceso de paz de Sudán del Sur».
Ese pacto, firmado en 2018 entre el presidente Salva Kiir y la oposición que lidera Machar, puso fin a un lustro de guerra civil que causó unas 400.000 muertes y estipuló un reparto de poder y la creación de un Ejército unificado, compromisos que siguen sin cumplirse.
La acusación vincula a Machar con los ataques perpetrados entre el 3 y el 7 de marzo pasado por la milicia opositora Ejército Blanco contra el cuartel de Nasir, en el norte del país, en el que murieron más de 250 soldados del Ejército sursudanés Fuerzas de Defensa del Pueblo de Sudán del Sur (SSPDF), uno de sus importantes comandantes, y un piloto de Naciones Unidas que participaba en labores de evacuación.
Machar, líder del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán en la Oposición (SPLM/A-IO), es acusado de haber autorizado esos ataques, aunque tanto él como el SPLM se desvincularon desde un primer momento de la violencia, y la propia milicia del Ejército Blanco le calificó de «traidor», al considerar que ya no ejerce como líder de la oposición. EFE
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