
El Parlamento británico vota una ley para reducir las prestaciones por discapacidad
Londres, 1 jul (EFE).- El Parlamento británico vota este martes un proyecto de ley para reducir las prestaciones por enfermedad y discapacidad, después de que el Gobierno laborista hiciera concesiones de última hora para evitar una rebelión entre sus filas.
El proyecto de ley de Crédito Universal y Pago de Independencia Personal (PIP, en inglés), parte de una reforma del estado del bienestar, se votará en torno a las 19:00 hora local (18:00 GMT) en la Cámara de los Comunes (baja) en segunda lectura, lo que significa que, de ser aprobado, seguirá su trámite hasta la tercera y definitiva.
Se prevé que la ministra de Trabajo, Liz Kendall, inicie el debate a las 12:40 h (11:40 GMT), y está por ver si el presidente de los Comunes, Lindsay Hoyle, admite una enmienda de unos 40 laboristas rebeldes que aún piden que el texto sea anulado.
Si es admitida, los parlamentarios la votarán primero y posteriormente se pronunciarán sobre el proyecto en su conjunto, al que ya dijo que se opondrá la oposición conservadora.
Tras los cambios anunciados el lunes, y a pesar de que todavía existen esos disidentes en el laborismo, se espera que el controvertido texto sea aprobado esta tarde.
Kendall anunció el lunes una serie de modificaciones para aplacar a unos 126 diputados laboristas que amenazaban con presentar una enmienda inicial contra el proyecto que, si hubiera prosperado, habría asestado una derrota histórica a este Gobierno a un año de su llegada al poder.
Las concesiones realizadas significan que se reducirá a la mitad el ahorro anual previsto en las ayudas a la dependencia, de 5.000 a 2.500 millones de libras (5.900 a 2.950 millones de euros).
Entre los cambios pactados con los cabecillas de los parlamentarios rebeldes se incluye que los nuevos criterios de acceso al PIP no afecten a quienes ya lo reciben y solo se apliquen a futuros solicitantes, a partir de noviembre de 2026.
En el caso del Crédito Universal, el subsidio para las personas con bajos ingresos, se sigue restringiendo el acceso a su complemento por incapacidad a los mayores de 22 años y con una cuantía reducida, pero el Ejecutivo asegura ahora que mantendrá el nivel de protección a quienes ya lo cobran así como a los enfermos graves o terminales.
El Gobierno del primer ministro, Keir Starmer, insiste en que es necesario economizar para hacerlos sostenibles los subsidios a las personas en edad laboral, especialmente aquellas con discapacidades o condiciones crónicas, que aumentaron desproporcionadamente durante la pandemia.
Junto con los recortes, el Ejecutivo prometió 300 millones de libras (unos 354 millones de euros) en programas de empleo, salud y formación para esos ciudadanos, a fin de que puedan regresar al mercado laboral. EFE
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