
El Parlamento de Mongolia destituye al primer ministro tras cuatro meses en el cargo
Pekín, 17 oct (EFE).- El Parlamento de Mongolia (Gran Jural) aprobó este viernes la destitución del primer ministro, Zandanshatar Gombojav, apenas cuatro meses después de su nombramiento, en medio de controversias relacionadas con su gestión y recientes decisiones de gobierno.
La moción fue respaldada por el 64 % de los miembros de la cámara, compuesta por 126 escaños, informaron medios locales.
De acuerdo con el resultado de la votación, Zandanshatar cesará en sus funciones, aunque continuará desempeñando el cargo de manera interina hasta la elección de un nuevo jefe del Ejecutivo.
Más de 50 diputados habían presentado la semana pasada una propuesta para su destitución, en la que alegaban violaciones constitucionales y preocupaciones sobre el manejo de la gestión gubernamental.
Entre los motivos que originaron el debate se encontraba el reciente nombramiento de un nuevo ministro de Justicia e Interior, para el que no consultó al Legislativo.
Los diputados que impulsaron la moción para su destitución consideraron que dicha designación «quebrantó el principio de separación de poderes» y «el Estado de derecho».
Zandanshatar había asumido su cargo el pasado 13 de junio a propuesta del Partido Popular Mongol (PPM, que tiene mayoría en el Gran Jural), tras la dimisión de su predecesor Oyun-Erdene Luvsannamsrai, del mismo partido, en un momento de intensas protestas ciudadanas.
Su predecesor inmediato perdió una moción de confianza en medio de una polémica por el estilo de vida de su hijo y su futura nuera, acusados de llevar un estilo de vida lujoso y de exhibir bienes de alto valor como bolsos o joyas en redes sociales.
La polémica había provocado la congregación de manifestantes en Ulán Bator durante varios días seguidos, que pedían explicaciones sobre el origen de los ingresos del primer ministro o su dimisión.
De acuerdo con algunos analistas, aquella controversia pudo haber sido utilizada por sectores cercanos al presidente, Ukhnaagiin Khürelsükh, para impulsar un cambio en el equilibrio de poderes del sistema político mongol.
La Constitución mongola limita el mandato presidencial a un único periodo de seis años, pero algunos sectores habrían planteado reformas que permitirían una reelección y un refuerzo del poder presidencial en detrimento del parlamentario.
Las tensiones políticas se producen además en un contexto marcado por el encarecimiento de servicios básicos como la vivienda o la educación y por la inflación (9 % en 2024) en el país, situado entre China y Rusia y donde el 27,8 % de la población vivía por debajo del umbral de pobreza en 2020, según el Banco Mundial. EFE
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