
Un pozo para la escuela de sor Hortensia
Teresa Díaz
Dakar, 15 dic (EFE).- Sor Hortensia tiene 79 años y lleva 55 en Senegal, durante los cuales ha logrado construir casi doscientos pozos, pero el último para abastecer de agua a la escuela Madre Paule Lapique se le estaba resistiendo. Hasta hoy, que ha logrado arrancar a la ministra española de Defensa, Margarita Robles, el compromiso para hacerlo.
Ha sido durante una visita de Robles a esta escuela, situada en Sanghe, a hora y media de Dakar, la capital senegalesa, en la que actualmente estudian 251 alumnos desde los 33 con los que echó andar este proyecto educativo hace seis años.
«Gracias a unos y a otros» que apadrinan niños y las ayudas que reciben de distintas entidades de España la escuela, que administran las religiosas de la Inmaculada Concepción de Castres, sigue funcionando y «vemos los progresos de estos niños que son felices y eso nos llena de alegría».
Los niños llegan desde los poblados cercanos, a unos 4 o 5 kilómetros de distancia, y no tienen medios de transporte. Pero lo más importante para ellos es que tengan agua.
Por ello, Sor Hortensia se empeñó en hacer un pozo, pero, según ha contado a la ministra, ha tenido «una pequeña desilusión», porque le habían dicho que a 70 u 80 metros de profundidad encontraría ese bien tan preciado en Senegal, «y no aparecía» y el dinero que había ido recaudando para el proyecto se acabó.
Un nuevo examen de un especialista ha concluido que hay que cavar hasta 140 metros y Sor Hortensia no se resigna a abandonar el proyecto, confiando en la «providencia», que le ha llegado de la mano del Gobierno español, que le va a proporcionar el dinero que necesita para ello, entre 12.000 y 15.000 euros.
«Usted cree en los milagros y el almirante (Teodoro López Calderón, jefe del Estado Mayor de la Defensa) también y si el Jemad dice que lo hacemos, lo hacemos». Un compromiso de la ministra de Defensa que no estaba previsto en la visita, cuyo objetivo era la entrega de equipos informáticos, material escolar y equipaciones deportivas para los alumnos de la escuela.
«Aquí tiene que haber agua y si no, viene el Jemad a cavar», ha bromeado Robles en su despedida de Sor Hortensia, después de visitar algunas de las seis aulas con las que cuenta la escuela y ser agasajada con cánticos por los pequeños.
El agua no solo es necesaria para beber sino también para poder regar el huerto de la escuela, que se ha construido para «que los niños puedan comer bien» los dos días por semana que lo hacen en la escuela.
El dinero para el pozo procederá de los fondos que cada año el Ministerio de Defensa destina a proyectos de impacto en zonas cercanas a los lugares donde España tiene misiones, ha explicado el Jemad.
La visita a la escuela de Sor Hortensia forma parte del programa del viaje de dos días que la ministra española de Defensa está realizando a Senegal y que comenzó esta mañana con una visita al destacamento Marfil del Ejército del Aire, integrado por 70 efectivos y dos aviones de transporte C-295, da apoyo aéreo a la lucha contra el yihadismo en el Sahel. EFE
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