
Etiopía ve injustificada la retirada por EEUU de acuerdo comercial preferente
Adís Abeba, 3 nov (EFE).- El Gobierno de Etiopía declaró hoy que la preocupación de Estados Unidos por la violación de los derechos humanos en la guerra civil -que el Ejecutivo central mantiene desde hace un año con la región norteña de Tigray- «no justifica» la decisión que ha tomado de retirar al país africano de un programa de acceso comercial preferente.
«La decisión es errónea y no tiene en cuenta el compromiso del Gobierno de Estados Unidos de valorar el bienestar de los ciudadanos de a pie», declaró el Ejecutivo etíope en un comunicado.
El Gobierno de Etiopía alertó que la supresión de este acuerdo preferencial «afectará a los medios de vida de más de 200.000 familias de bajos ingresos, en su mayoría mujeres que no tienen nada que ver con el conflicto» y que también perjudicará «considerablemente la vida de un millón de personas que participan en el ecosistema de la cadena de suministro».
El presidente estadounidense, Joe Biden, retiró este martes a Etiopía de un programa de acceso comercial preferente al acusar a Adis Abeba de «graves violaciones» de derechos humanos, una medida que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2022.
En una carta al Congreso, Biden señaló que Etiopía no cumple con los requisitos necesarios para formar parte del programa de Crecimiento y Oportunidades de África, que ofrece entrada sin aranceles al mercado estadounidense para los productos etíopes, pero que lleva asociado el cumplimiento de estándares democráticos y de respeto a los derechos humanos.
El Gobierno etíope, que instó al Gobierno de Estados Unidos a que revoque su decisión, dijo que en este momento en el que el país está inmerso en una guerra civil lo que esperan es una evaluación imparcial de la crítica situación y el suministro de ayuda humanitaria, por lo que «la intimidación injustificada para poner en peligro el sustento económico de ciudadanos inocentes (…) no dará una solución pacífica al conflicto».
Igualmente, apeló en el comunicado a su apoyo a la investigación conjunta de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU y la Comisión de Derechos Humanos de Etiopía sobre las presuntas violaciones de los derechos humanos cometidas en Tigray publicada este miércoles.
Según ese informe -aceptado por el Gobierno etíope y cuestionado por el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (FLTP)-, todas las partes que luchan en el conflicto han cometido, en diversos grados, crímenes de guerra y contra la humanidad que tuvieron como víctimas principales a civiles que no tenían nada que ver con las hostilidades, así como mujeres, que sufrieron abusos sexuales.
La guerra entre Tigray y el Ejecutivo central de Etiopía estalló el 4 de noviembre de 2020 cuando el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT) en represalia por un ataque contra una base militar federal y después de una escalada de tensiones políticas.
Desde entonces miles de personas han muerto, unos dos millones se han visto desplazadas internamente en Tigray y al menos 75.000 etíopes han huido al vecino Sudán, según datos oficiales. EFE
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