
FRA:UE debe evitar abusos pese a presión migratoria desde Bielorrusia, Turquía y Marruecos
Viena, 23 jul (EFE).- La Agencia de Derechos Fundamentales de la UE (FRA) pidió este miércoles a los países miembros que respeten las normas comunitarias y el derecho al asilo, incluso cuando terceros Estados utilicen a migrantes y refugiados para presionarlos, como ocurrió con Bielorrusia, Marruecos o Turquía.
En un informe publicado este miércoles, la FRA advierte de que en los últimos cinco años algunos gobiernos no pertenecientes a la UE han «alentado o incluso organizado» la llegada de migrantes para intentar desestabilizar a Estados miembros, y propone sanciones en esos casos.
«La acción se lleva a cabo con el objetivo de desestabilizar a la UE o a un Estado miembro», señala el documento, que urge a los países europeos a responder sin vulnerar los derechos fundamentales de las personas que tratan de llegar al bloque.
«En lugar de castigar a los inmigrantes y refugiados que están siendo utilizados y maltratados con fines políticos, los países de la UE deben dirigir sus medidas contra los actores hostiles», afirmó en un comunicado la directora de la FRA, Sirpa Rautio.
La FRA propone imponer sanciones a Estados implicados en estas acciones, con medidas como restricciones de visados o retirar la licencia para operar en territorio comunitario a empresas de transporte que colaboren en estas prácticas.
El documento reconoce que las respuestas que algunos Estados miembros han dado a esa instrumentalización de migrantes han derivado en prácticas contrarias al derecho internacional humanitario, como devoluciones colectivas, detenciones arbitrarias o restricciones indebidas al procedimiento de asilo.
Rautio señala que las medidas contra ese uso político de los migrantes «no deben convertirse en el modelo general para tratar a quienes cruzan la frontera de forma no autorizada».
La FRA subraya que deben respetarse los derechos fundamentales, incluida la prohibición de la tortura y los tratos inhumanos, así como el principio de no devolución, que impide enviar a migrantes a sus países de origen o a cualquier otro lugar donde puedan estar en peligro.
La Agencia de la UE pone como ejemplo de esta instrumentalización el caso de Bielorrusia, donde el régimen de Alexander Lukashenko ha facilitado desde 2021 visados a migrantes procedentes de Oriente Medio y África, quienes luego eran trasladados hacia las fronteras con Polonia, Lituania y Letonia, países que forman parte de la UE.
El informe señala que migrantes interceptados en la frontera con Bielorrusia habrían sido víctimas de uso excesivo de la fuerza, malos tratos y abandono en bosques y pantanos de la zona sin comida ni protección, según fuentes de la ONU, el Consejo de Europa y varias ONG.
Entre 2023 y 2024, casi 60 migrantes murieron por hipotermia al intentar cruzar estas fronteras en condiciones extremas.
La FRA nombra también a Marruecos, que en mayo de 2021 permitió que más de 8.000 inmigrantes cruzaran la frontera de la ciudad española de Ceuta en respuesta a una crisis diplomática con España debido al tratamiento en un hospital español del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.
«Las acciones de Marruecos fueron vistas como un intento de presionar a España tras una disputa diplomática por el tratamiento en un hospital español de un líder rebelde del Sáhara Occidental», explica el informe.
El documento también menciona el caso de Turquía, que en febrero de 2020 anunció que dejaría de impedir que los inmigrantes cruzaran hacia la UE y, «según testimonios, adoptó medidas para facilitar la entrada de personas en Grecia».
La implicación de terceros países en la migración irregular hacia las fronteras exteriores de la UE ha sido abordada como una «amenaza híbrida», junto a ciberataques o campañas de desinformación, señala el informe.
Sin embargo, este enfoque centrado en la defensa corre el riesgo de invisibilizar la vulnerabilidad de las personas instrumentalizadas, muchas de las cuales necesitan protección internacional, recuerda la FRA.EFE
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