
Francia quiere una evaluación por la UE de un pesticida centro de controversia política
París, 8 ago (EFE).- El Gobierno francés quiere que las autoridades europeas hagan con carácter inmediato una evaluación del impacto sanitario del acetamiprid, un pesticida en el centro de una controversia política al ser la causa de la censura constitucional de una ley promovida por el principal sindicato agrícola.
El ministro francés de Sanidad, Yannick Neuder, ha justificado esa petición porque con la censura parcial de esa ley se va a mantener en Francia la prohibición (desde 2018) de uso de ese pesticida, que sin embargo está autorizado en los otros 26 países de la Unión Europea.
En una entrevista a la emisora France Inter, el ministro ha subrayado que «no se puede prohibir una sustancia en Francia si se importan productos de otros países europeos que están tratados con esa sustancia. Es una situación que los franceses no entienden».
Para que se clarifique la situación, lo que quiere es que las autoridades sanitarias europeas sin más tardar reevalúen con mucha atención y mucha transparencia el impacto sanitario del acetamiprid» y «si hay un impacto para la salud humana, habrá que prohibir ese producto».
En un dictamen publicado este jueves, el Consejo Constitucional censuró el artículo 2 de la conocida como ‘ley Duplomb’, que lleva el nombre del senador que la impulsó, que pretendía autorizar a los agricultores el uso de ése y de otros dos pesticidas, algo que reclamaban los agricultores para poder tratar algunas plagas, en particular en la remolacha y las avellanas, en nombre de una igualdad de trato con sus colegas de otros países de la UE.
El Constitucional considera, amparándose en la Carta Medioambiental y en el principio de precaución, que esos productos tienen «incidencias sobre la biodiversidad», así como «consecuencias sobre la calidad del agua y de los suelos e inducen riesgos para la salud humana».
La ‘ley Duplomb’, que fue votada hace un mes, había suscitado una fuerte reacción popular en su contra en Francia, ya que se han recogido en ese tiempo más de 2,1 millones de firmas para exigir su derogación y había movilizado a toda la izquierda para oponerse.
Neuder ha insistido en que el papel de los políticos es «escuchar las inquietudes» de la población, pero también «las decisiones de los otros 26 países» de la UE «basadas en la ciencia».
Y en que Francia tiene que aplicar «el mismo nivel del principio de precaución» que sus otros socios europeos.
La agencia sanitaria europea (EFSA) había hecho, a petición de Francia, una evaluación del acetamiprid, que dio lugar a una nueva autorización hasta 2033, aún reconociendo que hay «grandes incertidumbres» sobre su carácter tóxico para el cerebro humano, razón por la cual ha pedido estudios en profundidad, y también para determinar si tiene un efecto de perturbador endocrino.
En espera de pruebas irrefutables, la EFSA ha endurecido las condiciones de utilización, en particular los residuos autorizados en los alimentos que se comercializan, una normativa que ha entrado en vigor este mes de agosto.
El presidente francés, Emmanuel Macron, hizo saber tras la decisión del Consejo Constitucional que toma nota de su dictamen y que promulgará la ley tal y como ha quedado tras la censura, es decir sin el artículo para autorizar los polémicos pesticidas pero con el resto del texto, que también había generado controversia.
El senador Laurent Duplomb, en el origen de la ley, fue un importante dirigente de la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA), la principal organización representativa del sector, que por boca de su actual presidente, Arnaud Rousseau, ha lamentado la censura del Constitucional.
Para Rousseu, eso va a implicar «el abandono puro y simple de ciertos sectores de la agricultura francesa» porque no pueden competir en igualdad de condiciones con otros países y eso, en un momento en que «nuestra dependencia de las importaciones se acentúa, en detrimento de nuestras exigencias sociales y medioambientales». EFE
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