
Greenpeace dice que planes climáticos de China «se quedan cortos», pero anticipa avances
Pekín, 25 sep (EFE).- La oenegé Greenpeace afirmó que los nuevos objetivos climáticos de China para 2035 «se quedan cortos», aunque consideró probable que la descarbonización efectiva del país avance por encima de las metas presentadas por Pekín en la cumbre del clima celebrada al margen de la Asamblea General de la ONU.
El presidente chino, Xi Jinping, anunció en un mensaje por vídeo los nuevos planes climáticos para 2035, entre ellos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 7 % a 10 % respecto al nivel máximo alcanzado y el compromiso a que el consumo de energía no fósil en China represente más del 30% del consumo total de energía.
«La meta para 2035 ofrece pocas garantías de mantener a salvo el planeta, pero lo esperanzador es que la descarbonización real de la economía china probablemente exceda lo que marca el papel», señaló Yao Zhe, asesora de políticas globales en Greenpeace East Asia.
A su juicio, «la cantidad de eólica y solar que está entrando en la matriz energética» respalda la expectativa de avances.
La organización sostuvo este jueves en un comunicado que el actual despliegue de renovables y el papel de China en soluciones para transiciones energéticas en otros países establecen una «base» para un «eventual refuerzo» de los objetivos.
«En última instancia, los hechos hablan más alto que las palabras. Pero las señales políticas firmes y consistentes son un catalizador insustituible», indicó Yao, quien subrayó que «los avances empresariales y tecnológicos por sí solos no bastan» y defendió la utilidad de metas orientadoras tanto para la transición interna como para la acción climática global.
Greenpeace pidió al gigante asiático «mantener la puerta abierta» a ajustar las metas «con bastante prontitud» y advirtió de que «esperar otros cinco años será demasiado tarde».
Este mes, oenegés como la propia Greenpeace habían señalado que el avance de las renovables y la electrificación están reconfigurando el sistema energético de China, el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo.
Entre 2015 y 2023, el uso de combustibles fósiles en el consumo final cayó un 1,7 % y la demanda eléctrica subió un 65 %. En la primera mitad de 2025, la eólica creció un 16 % y la solar un 43 %, y en los 12 meses hasta junio la suma de ambas superó por primera vez a la hidroeléctrica, la nuclear y la bioenergía juntas, según informes de Greenpeace y la organización Ember.
De acuerdo con esta última, la reducción del uso de combustibles fósiles prevista en China, combinada con la expansión global de tecnologías limpias favorecida por menores costes, «podría inclinar la balanza» hacia un declive estructural de la demanda mundial de carbón, petróleo y gas.
China se había fijado alcanzar el pico de sus emisiones de CO₂ antes de 2030 y la neutralidad de carbono antes de 2060. EFE
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