
Grupo espiritual chino muestra pruebas y denuncia la «persecución» de Pekín
Bruselas, 29 jun (EFE).- El presidente de Falun Gong Bélgica, Nico Bijnens, denunció este miércoles con pruebas en vídeo la supuesta persecución por parte del Gobierno chino a la que son sometidos los seguidores de esta práctica espiritual y cómo su estilo de vida saludable les convierte en «objetivo» de la extracción forzada de órganos.
El vídeo proyectado por Bijnens durante una rueda de prensa en Bruselas mostraba cuatro entrevistas telefónicas entre un falso paciente interesado en órganos de practicantes del Falun Gong (alegando que quería órganos sanos y de calidad) y diferentes médicos de varios centros hospitalarios que aseguraban que se los podían proporcionar.
En estas conversaciones, según Bijnens grabadas en enero de 2020, los especialistas también admitían haber hecho estas extracciones “con prisioneros” y durante varios años.
Bijnens recalcó que los seguidores jóvenes de esta práctica espiritual china que combina la meditación y el ejercicio son especialmente «atractivos» para la extracción forzosa de órganos que, supuestamente y según han denunciado varias ONG e investigaciones periodísticas, realizan las autoridades chinas.
Nico Bijnens cifró en 100 millones de personas el número de seguidores del Falun Gong a finales de los 90, y en 60 millones el número de miembros activos en el Partido Comunista Chino, lo que hizo que este grupo espiritual apareciese como una amenaza para el gobierno nacional.
“Fui secuestrada ilegalmente tres veces porque no seguía las peticiones del PCC de abandonar el Falun Gong. Una vez fui sentenciada ilegalmente a 7 años de prisión y enviada a una cárcel de mujeres. Las otras dos veces fui detenida ilegalmente durante más de 100 días”, relató una antigua víctima presente en el evento.
La testigo expuso las supuestas torturas a las que fue sometida durante su encarcelamiento, como la obligación de mantenerse de pie durante más de 12 horas al día, la imposibilidad de dormir durante una semana o tener acceso a un baño y ropa apropiada.
“Hablamos de asesinar a gran escala a cientos de miles de personas vivas para sustraer sus órganos y venderlos enriqueciéndose. Esto se está realizando a gran escala desde hace más de 20 años y estos crímenes no han sido castigados”, aseguró el jefe del equipo jurídico de la ONG Médicos contra la Extracción Forzada de Órganos, Carlos Iglesias.
Según una estimación de Amnistía Internacional, alrededor de 2.000 presos son ejecutados cada año por las autoridades chinas, aunque el número de víctimas de la extracción forzosa de órganos es difícilmente calculable.
Tanto esta organización como la Comisión Europea han efectuado numerosas condenas ante este delito y el silencio por parte del Gobierno chino. EFE
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