Grupos armados extranjeros campan a sus anchas en el sur de Libia

El sur de Libia se ha convertido en la guarida de grupos rebeldes extranjeros que se aprovechan de la poca atención prestada por las autoridades a esta región desértica.
«Los casos de secuestros, de robos y de bandidismo se multiplicaron», afirma Ali Akri Molia, comandante de una unidad encargada de la protección de las instalaciones petroleras en Ubari (sur) y culpa a la oposición chadiana.
Sumida en el caos desde la caída en 2011 del régimen de Muamar Gadafi, Libia está dirigida por dos autoridades rivales: el gobierno de unión nacional (GNA) con sede en Trípoli (que controla el oeste del país) y un ejecutivo paralelo en el Este, respaldado por el mariscal Jalifa Haftar -a la cabeza de una fuerza armada- y un parlamento electo.
Insurgentes chadianos y sudaneses se aprovecharon de estas divisiones para establecer sus retaguardias en el sur de Libia, fronterizo con sus países, y dedicarse a tráficos de todo tipo.
Según un informe reciente de expertos de la ONU, estos grupos «buscan reforzar su presencia en Libia con fines lucrativos».
Se benefician de las fronteras porosas y del apoyo de comunidades y tribus a caballo entre estos países. Una parte de los tubus, que viven en Libia y en Chad, están implicados, según expertos, en el contrabando de mercancías y la inmigración clandestina.
Mohamad Emdauar, diputado del parlamento libio para el sur, afirma que hay grupos de la oposición chadiana en Libia, en una zona extensa que va de Kufra, cerca de Chad, hasta la cuenca de Murzuk, a más de 400 km de la frontera chadiana.
Durante un tiempo se acusó a los grupos rebeldes chadianos de actuar como mercenarios de los dos bandos rivales a nivel nacional. Ahora las autoridades locales y las tribus les responsabilizan del aumento de la violencia en el sur.
– Desmentido –
El comandante Molia se refiere en particular a un secuestro a mediados de octubre de miembros de una tribu cerca de Um al Araneb.
Según él, fueron liberados en un ataque de grupos armados formados por las tribus de la región contra «opositores armados chadianos». Lamenta que las autoridades no les hayan ayudado.
Uno de los rehenes liberados, contactado por la AFP, Mohamed Ibrahim Mohamed, dijo que los secuestradores son miembros de la oposicion chadiana y pidieron un rescate a sus familias.
Dos grupos chadianos presentes en Libia desmienten estar implicados. «Lo desmentimos categóricamente», dijo a la AFP Kingabé Ogouzeimi de Tapol, secretario general del Comando militar para la Salvación de la República (CCMSR).
Lo mismo afirma la Unión de las Fuerzas de Resistencia (UFR). «Hay chadianos (…) que trabajan para libios, para tribus. No son rebeldes chadianos» quienes decidieron el secuestro, según Yusuf Hamid, portavoz de UFR.
– «Muy peligroso» –
El miércoles un consejo de ministros en Trípoli abordó el problema. «Lo que está ocurriendo en el sur es muy peligroso», recalcó el vice primer ministro del GNA, Abdesalam Kajman.
El sur de Libia escapa al control del GNA y de sus rivales del este, aunque el autoproclamado Ejército Nacional Libio (ANL) del mariscal Haftar afirma estar presente.
Este último ordenó una operación militar para combatir a «las bandas criminales y a la oposición chadiana que se dedican a los secuestros y a las extorsiones y obtienen importantes ingresos que podrían financiar actos terroristas», declaró a la AFP el general Ahmed al Mesmari, portavoz del ANL.
Pero «el territorio (del sur) es vasto, difícil y (…) no promete un dividendo político muy sustancial», lo que desanima a las principales fuerzas libias, afirma Jalel Harchaui, experto en Libia de la Universidad Paris-VIII.